Una pequeña niña que sufría de leucemia linfoblástica añoraba con desayunar con toda su familia en un restaurante, y este le cumplió su deseo.

El restaurante ubicado en Beaumont, Texas decidió cumplirle el deseo a esta pequeña ya que antes de enterarse de la enfermedad eran clientes frecuentes.

La pequeña de nombre Adelaide Stanley fue diagnosticada con este tipo de cáncer desde el primero de julio del año pasado.

Todo esto después de su cumpleaños número tres, por lo que comenzó su tratamiento días después.

Debido a su padecimiento, que afecta sus glóbulos blancos, su sistema inmunitario se ha debilitado y Adelaide se ha limitado principalmente a su hogar o su centro de tratamiento.

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Sin embargo, su familia considera que ella es una niña muy activa, por lo que esto vuelve un poco más triste la situación.

«Hemos tenido que ponerla en una burbuja, más o menos», según la madre de Adelaide, que comenta que después el diagnostico le cambió la vida a la pequeña

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Una ocasión cuando la familia pasaba por el restaurante mencionado la pequeña comentó que le gustaría desayunar ahí como lo hacían antes de su diagnóstico.

«Eso fue muy difícil», dijo la madre, explicando que la solicitud hizo llorar a su marido.

Él dijo: «Bebé, cuando ya no estés enferma, cuando te mejores, podemos ir a comer allí «.

La madre le platicó lo que había sucedido a una de sus amigas, lo que la enterneció y sin que la familia se diera cuenta se puso en contacto con el restaurante.

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«Solían venir al brunch todo el tiempo», dijo John Wilson, dueño del restaurante de J. Wilson en Beaumont.

«Le diagnosticaron hace un año, y han estado encerrados por un tiempo».

El propietario del restaurante le comentó a la familia que abrirían temprano para que la pequeña y su familia tuvieran un desayuno privado.

Así que puso manos a la obra y comenzó a desinfectar el lugar para evitar que la pequeña se enfermara y decorarlo del color favorito de la niña.

Los familiares comentan que cuando llegaron y vieron cómo se encontraba adornado, a la pequeña le brillaron los ojos.

Cuando llegó el momento de pagar la factura, Nguyen dice que el personal les dijo que su almuerzo era gratis.

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