«Si no tuviste un pollo pintado cuando fuiste niño, no tuviste infancia’’, es una de las frases coloquiales que algunos podemos decir o escuchar si es que tuviste o por lo menos conociste uno de estos animales que posterior a su compra moría en cuestión de tiempo; conozcamos más sobre el abuso de esta práctica parcialmente impugnada.

De color azul, rosa, amarillo o verde, son algunos de los colores que dan caracterización a estos animales que sufren un proceso químico y paranormal desde los pocos días de haber nacido.

Con la intención de ser vendidos como un juguete desechable, su comercio informal se establece en mercados de localidad o incluso afuera de escuelas en algunos países, estimando como público meta a los niños, quienes en su inocencia son tentados a adquirir de éstas manipuladas aves para ser abandonados días después o incluso dentro de pocas horas tras su compra si es que el animal no fallece primero.

El cruel proceso de pintura se origina tras la aplicación de colorantes vegetales, los cuales contienen sustancias tóxicas, y por si fuera poco, en ocasiones requieren una porción de tinte para cabello los cuales podrían ser corrosivos y generar quemaduras.

Algunos son pintados desde recién nacidos, donde primero colocan los pollos en la cubeta, y posteriormente son abruptamente revueltos con el tinte, en donde la mayoría son torturados y algunos otros fallecen en el acto; posteriormente, los sobrevivientes deben secarse bajo el contundente calor del sol.

También pueden ser inyectados mediante embriones, los cuales desde el cascarón se les añade una precisa concentración de pintura la cual de no ser aplicada con cuidado podría causar severos daños al ave a la hora de nacer.

Aunque su venta es considerada ilícita, en países como México no ha quedado definida una Ley que proteja los derechos de estos animales que forman parte del comercio informal.

En países como Estados Unidos, se tiende a manejar como tradición durante la época de Pascua la venta de estos coloridos pollos, donde son ofrecidos a infantes y turistas, sin embargo, es quizá el único país que vela por el bienestar de los animales, pues se encuentra parcialmente regulado en estados como Massachusetts, California, Florida y New York, donde su creación y venta es ilegal.

A pesar de esto, hay otros países que no han establecido con control viable en pro de las aves, tal es el caso de Colombia, en donde se destaca la adición de un sombrero hecho a base de poliestireno el cual es pegado a la cabeza de los pollitos con silicona.

China además de colorear pollos, también pintan codornices, esto para hacerlos parecer como los personajes del videojuego «Angry Birds», reconocidos por sus múltiples colores y formas.

A través de los años, México redujo la venta de estos animales coloridos, sin embargo, su presencia aún ronda en puestos ambulantes y entre distritos donde sus zonas no reconocen el daño que efectúan a los animales.

Para erradicar este sistema que ofende los derechos a la naturaleza y los animales, tan solo queda recomendar promover una disciplina a base de concientización y fomentar la empatía ante aquellos seres inferiores.

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