Fue moda o realmente una necesidad para evitar que se llevaran los envases de vidrio retornables de los refrescos.

Quizá muchos recuerden con nostalgia cuando pedían un refresco y te lo daban de esta manera, pues lo disfrutabas más.

El refresco en bolsa y con un nudo con un agujero para meter el popote fue sin duda lo que marcó la niñez de miles de personas y que seguramente al leer esto, estarás pensando en volverlo hacer.

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En aquellos tiempos, comprar un refresco en bolsa costaba aproximadamente de cinco a 10 pesitos.

Obviamente, esto desencadenó la influencia de este tipo de productos altos en calorías en la dieta del mexicano, pues desde pequeños iniciamos su consumo a precios accesibles.

Elote en vaso y entero ¿tú cómo lo prefieres?

Así que si se te antojo, pues por qué no intentas tomarte uno con una bolsita.