En un hecho insólito registrado en Phoenix, Estados Unidos, un oficial Policía  de se enfrentó a una situación fuera de lo común mientras patrullaba las calles de la ciudad. Un automóvil blanco comenzó a circular en sentido contrario, poniendo en riesgo la seguridad de peatones y otros vehículos. Ante esta situación, el oficial decidió detener el vehículo para evitar un posible accidente. Sin embargo, al acercarse al automóvil, se sorprendió al darse cuenta de que no había nadie dentro.

Lo que a simple vista parecía la trama de una película de terror o un suceso paranormal, en realidad tenía una explicación mucho más lógica: la inteligencia artificial. El vehículo en cuestión resultó ser parte de Waymo, un proyecto de Google que desarrolla automóviles capaces de conducirse de forma autónoma. Según explicaciones posteriores, el auto habría reaccionado de forma inesperada debido a una falla en la señalización de la vía, lo que generó confusión en el sistema de conducción autónoma.

El policía buscó respuestas en el servicio al cliente

Durante aproximadamente 30 segundos, el automóvil decidió avanzar hacia el estacionamiento más cercano y estacionarse por sí solo. Al percatarse de la situación, el oficial decidió contactar al servicio de atención al cliente de Waymo en busca de respuestas. Sin embargo, la persona que contestó la llamada no pudo ofrecer una solución inmediata al problema, dejando a la policía con la extraña sensación de haber detenido un vehículo sin conductor.

Este incidente pone de manifiesto los desafíos y dilemas éticos que surgen con la implementación de la inteligencia artificial en la conducción de vehículos. A pesar de los avances tecnológicos y las promesas de una mayor seguridad en las carreteras, eventos como este nos recuerdan que aún queda mucho por perfeccionar en este campo.

En definitiva, el encuentro del policía con el automóvil autónomo de Waymo fue una muestra inesperada de la intersección entre la tecnología y la vida cotidiana, donde la inteligencia artificial puede plantear situaciones sorprendentes e inesperadas. Este singular suceso deja en evidencia la necesidad de seguir explorando y perfeccionando las capacidades de la IA en el ámbito de la conducción, recordándonos que el futuro de la movilidad está cada vez más cerca y que debemos estar preparados para enfrentar los desafíos que este nuevo paradigma conlleva.

Te puede interesar: La violencia política marca el cierre de campaña electoral en Francia