En un ataque lleno de ira, una mujer residente del estado de Ohio en Estados Unidos, arrojó un burrito a una empleada de la cadena de comida rápida Chipotle. La situación fue captada por las cámaras de seguridad del establecimiento, quien mostró a Rosemary Hayne de 40 años, agredir a Emily Rusell, de 26 años, gerente de la tienda.

Lo más sorprendente de esta historia es la peculiar justificación que Hayne dio para su comportamiento: su signo zodiacal, Géminis. Según la agresora, este acto violento fue causado por su signo astrológico, algo que ha generado una gran controversia entre los internautas y expertos en astrología.

«Ella sacó a relucir el Géminis que hay en mí (…) Tengo 40 años y nadie me ha hecho eso nunca, ni siquiera mi marido», señaló Heyne.

A pesar de su argumento, un juez decidió darle un castigo poco habitual a Hayne: trabajar 20 horas por semana en un restaurante de comida rápida.

Esta sentencia, más que un castigo, busca hacer que la agresora genere empatía y reflexione sobre sus acciones, según comentó el impartidor de justicia. Tras el incidente, Hayne tuvo dificultades para encontrar trabajo debido a su reputación, y finalmente aceptó el castigo impuesto por el juez.

Woman who hurled burrito bowl in the face of Chipotle worker sentenced to 2 months work in a fast food restaurant.

Rosemary Hayne, 39, was found guilty of assault after she hurled a chicken burrito bowl at Chipotle employee Emily Russell, 26, in Parma, Ohio.

She has been… pic.twitter.com/vVTWlNwyT7

— Oli London (@OliLondonTV) December 7, 2023

«Fui completamente honesta con la gente. Y me rechazaron probablemente, siete veces».

Sin embargo, la agresora se defendió ante las críticas, argumentando que un solo minuto de video sacó la interacción violenta de contexto y que si se mostrara la versión extendida, se vería que ella había estado esperando durante 35 minutos y que su comportamiento no fue grosero.

A pesar de sus argumentos, tanto los policías que intervinieron en el caso como su abogado señalaron que lanzar un burrito a una empleada no tiene justificación, y Hayne reconoció que estaba «absolutamente equivocada» al cometer el acto de violencia.

Por otro lado, la empleada agredida se mostró satisfecha con la sentencia impuesta a Hayne, aunque criticó la falta de apoyo por parte del restaurante donde había trabajado por cuatro años.

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