Mientras la ballena era observada por un grupo de investigadores, un tuburón blanco la atacó para comerla.

De acuerdo con National Geographic, el especialista Ryan Johnson y su equipo se encontraban observando a la ballena gracias a la grabación de un avión no tripulada. Se encontraban frente a la costa de Sudáfrica.

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Los especialistas señalaron que la ballena se había aislado luego de perderse de su manada, por lo que señalan probablemente estaba en mal estado de salud.

De pronto, los científicos vieron que del océano salió un tiburón blanco de casi cuatro metros de largo. El escualo inmediatamente fue reconocido por uno de los investigadores.

Ryan Johnson había liderado un estudio sobre tiburones en 2013 y a ese animal en especial lo nombró Helen, por lo que lo reconoció apenas salió a la superficie.

Los biólogos observaron que el tiburón blanco era mucho más pequeño que el cetáceo, el cual medía más de 10 metros de largo; es decir, casi tres veces más grande que su depredador.

Johnson reveló al medio Newsweek que el ataque duró 50 minutos antes de que finalmente la ballena sucumbiera y muriera.

“La idea de que estaba presenciando un evento de depredación en vivo llegó lentamente cuando comencé a ver al tiburón tratando de morder el área de la cola de la ballena”, dijo.