El ambiente está tenso en Chivas no solo en materia deportiva sino también fuera de las canchas. Este jueves se suscitó un acto grave en la sede de entrenamiento del Guadalajara, Verde Valle, a solo dos días del Clásico Tapatío.

Todo transcurría en aparente normalidad cuando Guadalajara abrió las puertas a los medios de comunicación para atenderlos en la sala de prensa del club. Sin embargo, de repente, en la puerta de acceso a la sala de conferencias se escuchó un fuerte estruendo, causado por un barreno que aparentemente fue colocado por un jugador en tono de “broma”.

Algunos de los presentes, además de aturdidos por el sonido del artefacto, fueron alcanzados por los restos del barreno sin mayores consecuencias físicas. Sin embargo, la indignación fue inmediata, y varios reporteros exigieron una disculpa pública por parte del “agresor”. Ante la falta de respuesta, optaron por abandonar las instalaciones en señal de protesta.

Posteriormente, en el vestidor del Guadalajara se escucharon risas y comentarios burlones por parte de algunos futbolistas, quienes minimizaban el incidente. Antonio “Pollo” Briseño intentó calmar la situación sin éxito, ya que los medios presentes decidieron retirarse.

Posteriormente, Roberto “Piojo” Alvarado admitió ser el responsable de lanzar el petardo, explicando que era parte de una broma habitual entre los jugadores del equipo. El jugador solicitó dirigirse a los periodistas que aún se encontraban fuera de las instalaciones de Verde Valle para ofrecerles una disculpa. La dirección de comunicación del club respaldó su intención y facilitó el reingreso de los medios para que se pudiera aclarar la situación.

Hasta el momento, Amaury Vergara, dueño del equipo, no ha emitido ningún comentario al respecto.

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