Cada año, durante la Semana Santa, las calles del Centro Histórico de Guadalajara se llenan de aromas dulces y salados gracias a la tradicional venta de empanadas. Esta costumbre, que data de hace más de varias décadas, se ha convertido en una parte esencial de las celebraciones religiosas y culturales de la ciudad.

Desde el 13 hasta el 26 de abril de 2025, se instalarán 258 puestos autorizados por el Gobierno de Guadalajara en las inmediaciones de templos emblemáticos como la Catedral Metropolitana, el Sagrario, La Merced, San Francisco y Aránzazu. Estos puestos ofrecerán una amplia variedad de empanadas, desde las tradicionales de leche, piña y fresa, hasta opciones saladas como atún, rajas con queso, camarón y más. ​

La venta de empanadas no solo satisface el paladar de los tapatíos y visitantes, sino que también tiene un profundo significado simbólico. Algunos vendedores explican que la empanada representa la tumba de Jesús y su resurrección, mientras que otros la asocian con la dulzura de la vida y la esperanza. ​

El Jueves Santo es uno de los días más importantes para esta tradición, ya que coincide con la visita de los siete templos, una práctica religiosa que muchos fieles aprovechan para degustar estas delicias. ​

Panaderías locales, se preparan con anticipación para esta temporada, produciendo miles de empanadas para satisfacer la demanda de estos días.

La tradición de vender empanadas durante Semana Santa en Guadalajara es una muestra de cómo la fe y la gastronomía se entrelazan, creando una experiencia única que celebra la cultura y la comunidad.