Los habitantes del municipio de Amacueca, ubicado al sur de Jalisco, enfrentan un grave problema de salud debido a la contaminación del agua potable, lo que ha derivado en un aumento de enfermedades gastrointestinales. Una reciente investigación, realizada por estudiantes del Centro Universitario del Sur (CUSur) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), ha revelado la presencia de altos niveles de organismos fecales en el agua consumida por la población.
Bajo la dirección del maestro José Alejandro Martínez Ibarra, los estudiantes del CUSur llevaron a cabo un estudio exhaustivo en diversas comunidades. Cada semestre, estos estudiantes visitan diferentes localidades para identificar problemas de salud y proponer soluciones basadas en evidencia. En esta ocasión, se enfocaron en Amacueca tras recibir reportes de incidencia de enfermedades gastrointestinales.
“El agua que viene del campo y el tubo están limpios; sin embargo, el tanque de almacenamiento está a cielo abierto, sin tapa, lo que lo hace susceptible de contaminación por partículas de heces fecales animales o humanas transportadas por el viento”, explicó Martínez Ibarra.
Las muestras de agua tomadas desde el nacimiento que abastece al pueblo, la tubería de conexión, el tanque de almacenamiento y las casas, revelaron que, aunque el agua del campo y del tubo estaban limpias, el tanque de almacenamiento y el agua en las casas contenían niveles de contaminación fecal alarmantes. La Norma Oficial Mexicana (NOM-127-SSA-1994) establece que el máximo permitido de organismos fecales en agua potable debe ser inferior a 1.1 número más probable de bacterias por 100 mililitros; sin embargo, los estudiantes encontraron niveles de hasta ocho en el tanque y en las casas.
Otro equipo de trabajo realizó muestreos en las orillas del pueblo y descubrió que uno de los cuatro barrios tenía niveles altos de contaminación. “Lo que estamos suponiendo es que hay una filtración en la tubería distribuidora que hace que la gente reciba agua contaminada”, precisó Martínez Ibarra.
Los resultados de la investigación fueron entregados a las autoridades municipales junto con recomendaciones. Se sugirió al presidente municipal que el tanque de almacenamiento debe ser cubierto adecuadamente para evitar la contaminación. Además, se recomendó revisar la tubería en el barrio afectado para identificar y reparar posibles filtraciones.
Para la población en general, se aconseja hervir el agua antes de consumirla, especialmente si presenta un color u olor diferente. También es importante almacenar el agua en recipientes tapados para evitar la contaminación por partículas transportadas por el viento.