Guadalajara, la capital de Jalisco, es una de las ciudades más importantes de México y cuenta con una historia fascinante que se remonta al siglo XVI. Su fundación no fue un proceso sencillo, ya que tuvo que reubicarse varias veces antes de asentarse en su ubicación actual.

La ciudad de Guadalajara fue fundada el 14 de febrero de 1542 por Cristóbal de Oñate, siguiendo las órdenes de Nuño de Guzmán, conquistador español que buscaba establecer un asentamiento en la región de Nueva Galicia. Sin embargo, antes de llegar a su ubicación definitiva, la ciudad pasó por tres fundaciones previas debido a conflictos con los pueblos indígenas que defendían sus tierras.

Los intentos anteriores fueron:

1. Nochistlán (1532) – En el actual Zacatecas, donde fue fundada por primera vez, pero se abandonó debido a ataques chichimecas.
2. Tonalá (1533) – Se trasladó a esta área, pero el asentamiento no prosperó.
3. Tlacotán (1535) – Se estableció en este sitio, cerca de Ixtlahuacán del Río, pero los ataques indígenas forzaron un nuevo traslado.

Finalmente, el 14 de febrero de 1542, Guadalajara se estableció en su ubicación definitiva, a orillas del río San Juan de Dios, con el trazado urbano que conocemos hoy.

La elección del sitio actual respondió a varios factores estratégicos:

• Terreno fértil y propicio para la agricultura.
• Acceso al agua gracias a ríos cercanos.
• Protección natural contra ataques indígenas.
• Conexión con rutas comerciales de la Nueva España.

Con su establecimiento definitivo, Guadalajara se consolidó rápidamente como un centro político, económico y religioso en la Nueva Galicia (hoy Jalisco y otros estados del occidente de México).

El 8 de noviembre de 1539, el rey Carlos I de España y la reina Juana I de Castilla otorgaron a Guadalajara el título de ciudad y el escudo de armas, lo que le dio reconocimiento oficial dentro del Virreinato de la Nueva España.

Desde su fundación, Guadalajara creció rápidamente y en 1560 se convirtió en la capital del Reino de Nueva Galicia. En los siglos siguientes, se consolidó como un centro de comercio, cultura y educación, albergando instituciones como la Universidad de Guadalajara (1792).

Hoy en día, Guadalajara es la segunda ciudad más grande de México y es reconocida por su riqueza histórica, cultural y económica.

La fundación de Guadalajara fue un proceso complejo que implicó tres traslados previos, conflictos con comunidades indígenas y una cuidadosa selección de su ubicación. Desde su consolidación en 1542, ha sido un pilar del desarrollo del occidente de México, evolucionando hasta convertirse en una metrópoli clave en el país.