Alcalde, personaje clave en el desarrollo de Guadalajara
Nació en Cigales, Valladolid, Provincia de Castilla la Vieja el 14 de marzo 1701. Contaba con 16 años cuando tomó el hábito dominico en el convento de San Pablo, en España. Fue lector de artes, maestro de estudiantes y lector de sagrada teología en varios conventos de su orden por espacio de veintiséis años.
El 18 de septiembre de 1761 fue nombrado por el rey Carlos III, Obispo de la Diócesis de Yucatán, con sede en la ciudad de Mérida, responsabilidad que ejerció del 25 de enero de 1762 al 27 de enero de 1772.
El 12 de diciembre de 1771, a sus 70 años, llegó a Guadalajara como el XXII Obispo de la Diócesis de la Nueva Galicia y su labor fue fundamental para la creación de dos instituciones hermanas: el Hospital Real de San Miguel de Belén y la Real Universidad de Guadalajara.
Para el impulso del Hospital Real de San Miguel de Belén (hoy Hospital Civil de Guadalajara), logró que el 26 de febrero de 1787 el ayuntamiento cediera el terreno donde se construiría la obra, que inició el 6 de marzo de ese mismo año. En 1792, poco antes de su fallecimiento, Alcalde consagró el nuevo hospital «a la humanidad doliente». La obra quedó terminada en abril de 1794.
Por otra parte, gracias a las gestiones y aportaciones patrimoniales de fray Antonio Alcalde ante la corona española, y luego de casi un siglo de haber sido solicitada por vez primera por fray Felipe Galindo Chávez, el 18 de noviembre de 1791 el rey Carlos IV otorgó la cédula real de la fundación de la Real Universidad de Guadalajara. Alcalde solicitó se aplicase al patrimonio universitario los bienes de la extinguida Compañía de Jesús, incluido el templo y el edificio del antiguo Colegio de Santo Tomás. Finalmente, y de común acuerdo con el presidente de la Real Audiencia, Jacobo Ugarte y Loyola, designó como primer rector de la Universidad al doctor José María Gómez y Villaseñor. Sin embargo, no pudo presenciar la apertura de la Universidad, realizada el 3 de noviembre de 1792, pues falleció el 7 de agosto de ese año.
Además, en Guadalajara Alcalde es recordado por la construcción del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, la edificación de “Las cuadritas” –primer complejo habitacional popular en el continente americano–, la nueva sede del Beaterio de Santa Clara –para la asistencia a las mujeres desamparadas de la ciudad–, la dotación de las cátedras del Colegio de San Juan Bautista, la fundación de escuelas primarias para niños con material didáctico gratuito, las comidas que a diario servía a los pobres, los donativos que hizo en forma anónima, la urbanización de Guadalajara hacia el norte de la ciudad y la mejora de sus calles, por mencionar sus obras más importantes.