Ante las deficiencias en el servicio de recolección de basura, el municipio busca transformar su sistema para garantizar eficiencia y transparencia. La presidenta municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, anunció un cambio profundo en la manera en que se gestiona la recolección de residuos en la ciudad. Tras 30 años de concesión a un tercero, la administración actual apuesta por tomar control directo del servicio.
Delgadillo señaló que esta decisión responde a un deterioro progresivo en la calidad del servicio, donde «los intereses comerciales superaron la atención a la ciudadanía». Afirmó que el municipio desarrollará su capacidad operativa para resolver este problema estructural y devolver a la ciudad un sistema eficiente y responsable.
El plan incluye la adquisición de 160 camiones recolectores a través de un proceso de licitación pública. Aunque una reciente licitación fue declarada desierta debido a la renuncia de una financiera ganadora, la alcaldesa destacó que esto no detendrá el proyecto.
«Nos enfrentamos a presiones, pero seguimos firmes en construir un sistema transparente y eficiente que beneficie a las y los tapatíos», aseguró.
La nueva licitación, prevista para lanzarse próximamente, será abierta, pública y nacional, con la diferencia de que esta vez se priorizará la compra directa de los vehículos, representando un esfuerzo financiero significativo para el municipio.
Delgadillo también hizo un llamado a la oposición, a la comunidad empresarial y académica, así como a la ciudadanía en general, para unirse a este proyecto que considera crucial para la ciudad.
«El futuro de Guadalajara depende de que todas y todos participemos en construir una ciudad más limpia, ordenada y sostenible», subrayó.
Este nuevo enfoque busca no sólo resolver las deficiencias actuales, sino también establecer un modelo que refuerce la autonomía municipal y garantice el cuidado del medio ambiente, posicionando a Guadalajara como un ejemplo en gestión de residuos