Durante su participación en la Feria Internacional de la Música en Guadalajara (FIM GDL) 2025, el compositor y guitarrista Gustavo Santaolalla compartió su visión sobre la creación musical para series, películas y videojuegos, destacando que la música es un personaje más dentro de las historias.

“En realidad, siempre se trata de contar historias. En una canción, un álbum o una película cuentas una historia, y esa historia se compone de personajes, conflictos y esas cosas comunes para todos”, expresó el ganador de dos premios Oscar por Mejor Banda Sonora Original.

Desde su perspectiva, los profesionales de la música deben encontrar una identidad que los represente y mantenerse fieles a ella para crear piezas con una perspectiva más profunda y de mayor calidad. Santaolalla resaltó la importancia de la identidad en su propia carrera: “Me siento un poco mexicano, siempre hablo de la identidad, siempre quise expresar qué hago, quién soy y de dónde vengo”.

Durante su charla en la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas, Santaolalla recordó sus inicios con la banda Arco Iris y su trabajo con elementos del folklore argentino. Asimismo, mencionó su larga relación musical con bandas como Café Tacvba y Molotov, con quienes ha colaborado por más de tres décadas.

“El rock era nuestra manera de disidencia, de decir ‘pretendemos cambiar el mundo y la música es nuestra herramienta’”, afirmó.

En 2005 y 2006, Santaolalla fue galardonado con el Oscar por sus bandas sonoras en Brokeback Mountain y Babel, consolidándose como un referente en la música para cine. Además, su talento ha sido solicitado en la industria de los videojuegos, destacando su trabajo en The Last of Us.

Santaolalla se considera un músico intuitivo más que académico, destacando la importancia de los errores en la innovación musical. “Me manejo mucho por el instinto. Encontré maneras de hacer las cosas distinto, y eso me ha permitido tomar riesgos”, sostuvo.

Para el compositor, todos los géneros musicales son válidos, y el debate debe centrarse en diferenciar entre buena y mala música. Enfatizó que la espiritualidad y la experimentación son claves para crear arte auténtico y significativo.

“Por la edad que tengo creo mucho en los frutos de la experiencia, pero también en los frutos de la inexperiencia, porque la inexperiencia es la que te lleva a tomar ese camino”, reflexionó.

Santaolalla concluyó su charla instando a las nuevas generaciones de músicos a confiar en su intuición y no temer a los errores, pues muchas veces estos se convierten en aciertos inesperados que pueden definir una carrera artística.