En medio de un luto Nacional por las víctimas del Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, colectivos y diversas personas en búsqueda de sus desaparecidos se congregaron afuera del palacio de Gobierno para exigir justicia.

El hallazgo de este centro de exterminio ha causado conmoción no solo nacional, sino que también, ha causado dolor y asombro a nivel internacional.

Lo que hoy se vivió afuera de un palacio que solo parece de juguete, fue el reflejo de una sociedad cansada de pedir ayuda de las autoridades, de las cuales son señaladas de colaborar con el crimen organizado.

A manera de protesta y como un acto simbólico, diversos zapatos fueron espacios en el suelo y en la fachada del mi inmueble gubernamental.

El calzado representa sin duda los restos hallados,gritos silenciados, vidas truncadas, sueños arrebatados. El dolor de quienes buscan a sus desaparecidos se hace insoportable ante esta brutal verdad.

Hoy, en plazas y calles, las velas arden como testimonio de memoria y resistencia. Desde el Zócalo hasta la Glorieta de las y los Desaparecidos, miles de voces claman por justicia.