En respuesta a los efectos negativos del cultivo intensivo de agave en los suelos de Jalisco, el biólogo Leobardo Padilla Miranda del Centro Universitario de los Valles (CUValles) de la UdeG, ha presentado una serie de recomendaciones para mitigar la erosión y la pérdida de humedad en el terreno. Jalisco, líder nacional en siembra de agave con 132,993 hectáreas en 2023, enfrenta problemas de degradación del suelo debido a las prácticas actuales de cultivo.
Padilla Miranda destacó que la alineación de plantaciones en favor de las pendientes agrava la erosión, sugiriendo en su lugar el uso de curvas de nivel para mejorar la distribución del agua. También recomendó mantener plantas acompañantes alrededor del agave, en lugar de utilizar herbicidas que dejan el suelo desnudo y propenso a la erosión. Estas plantas pueden ayudar a retener humedad y proteger el suelo.
El académico aboga por la creación de bioinsumos y el uso de compostas y lixiviados de lombriz para restaurar la calidad del suelo, enfatizando la necesidad de adoptar métodos tradicionales y menos agresivos para el ecosistema. Padilla Miranda también subrayó la urgencia de reconsiderar las prácticas agrícolas agresivas, especialmente ante la disminución de precios del agave y su creciente susceptibilidad a plagas.
A medida que la industria del tequila enfrenta estos desafíos, es crucial que tanto agricultores como empresas reconsideren sus métodos para asegurar la sostenibilidad ambiental y económica a largo plazo