Tras la denuncia realizada en redes sociales por Arturo Islas Allende sobre la «elefanta más triste del mundo» localizada en un predio cercano a Lagos de Moreno, PROFEPA solicitó, el pasado lunes 19 de febrero, el apoyo del equipo médico del Zoológico Guadalajara. Al días siguiente de la solicitud el equipo de especialistas se traslado al lugar para realizar la revisión.

Según un comunicado difundido por personal del Zoológico de Guadalajara, en un inicio no se les permitió el ingreso al lugar para revisar a la elefanta, sería 5 horas después de su llegada que el nuevo dueño les dio el ingreso. La elefanta fue regalada a un centro de conservación en el Estado de Florida en la Unión Americana.

Los reportes de los especialistas indican que Annie se encontraba nerviosa y no cooperaba al 100% con las personas que la manejaban, mostraba signos de estrés y debido a ello solo se pudo realizar una revisión visual.

El reporte por parte del Zoológico de Guadalajara dice textualmente:

«Annie no se observa en estado crítico, pero sí es visible una condición corporal y masa muscular pobre, lo que podría ser signo de no recibir una dieta y actividad física óptima de acuerdo con su especie y edad.

Las instalaciones observadas no cumplen en ningún aspecto con los estándares internacionales para el cuidado y manejo de elefantes. No cuentan con instalaciones para el contacto protegido y seguro con ella. No se observó una charca de agua ni de lodo, elementos fundamentales para la hidratación de los elefantes y protección de su piel.

Algunas piezas dentales aparentan haber sido desgastadas o cortadas de forma incorrecta. Aunque no se pudieron ver con detalle, en las patas se observó que las uñas estaban gastadas o recortadas de forma inapropiada.

Al estar sola, Annie no satisface los requerimientos mínimos de socialización para esta especie, los elefantes son animales altamente sociales y su aislamiento de otros de su especie va en detrimento de su bienestar. No es posible con esta visita determinar si cuenta con un programa de enriquecimiento o entrenamiento animal adecuado para su estimulación conductual o revisión médica. Durante la visita se observaron comportamientos estereotipados en Annie como balancearse de un lado a otro y se intentó leer el microchip de identificación, pero este no se encontró.»

Annie será trasladada al Zoológico de León, Guanajuato para posteriormente ser enviada a Estados Unidos. La elefanta tiene 25 años de edad y desde hace 5 años, luego de la prohibición de los circos, vive en estas condiciones.