Ingredientes:
- 3 manzanas (suelen pesar unos 750 gramos).
- 250 gr de azúcar blanco. Suele ser la mitad de peso de azúcar que de manzanas, ya que las manzanas una vez peladas y descorazonadas rondarán los 500 gramos
- El zumo de 1/2 limón (en torno a 40-50 milímetros).
- 1 rama de canela.
Preparación:
- Pela las manzanas y córtalas en trozos.
- Exprime el limón y cuela su zumo para que no contenga semillas.
- Pon en una olla las manzanas ya cortados junto con el azúcar, el zumo de limón y la rama de canela, y mézclalo todo junto.
- Enciende el fuego para que esté a temperatura media y en cuanto la mezcla empiece a hervir baja la temperatura para que esté suave y deja que se cocine entre 40 minutos y 1 hora o hasta que las manzanas estén totalmente cocinadas y tiernas, removiéndolas con una cuchara de vez en cuando.
- El tiempo total irá en función del tipo de manzana, de la temperatura del fuego y también de cómo te guste que quede de textura aunque te recomiendo apartar la olla del fuego cuando la mezcla no esté demasiado compacta ya que después al enfriarse se compactará aún más. Puedes hacer una prueba sacando una cucharada de la mermelada, dejando que se enfríe unos minutos y comprobando si ya está a tu gusto.
- Mientras se cocinan puedes ir desmenuzando los trozos con un cucharón si prefieres que queden más pequeños y también puedes triturar la mermelada una vez la tengas lista, aunque yo en esta ocasión la he dejado tal cual ya que queda grumosa pero los trocitos están muy tiernos.
- Cuando la tengas lista guárdala en recipientes de cristal antes de que se enfríe. Para conservarla aguanta fenomenal un tiempo en la nevera, pero también puedes congelarla.
¡Disfruta!
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