Ingredientes:

• 60 flores de calabaza
• 2 Ɩitros de agua
• 2 Ɩitros de agua fría con hielos
• 3 cucharadas de mantequilla sin sal
• ½ taza de cebolla blanca picada
• ¼ de taza de harina de trigo
• 1½ Ɩitro de caldo de pollo
• 1 taza de crema para batir o crema de rancho
• 1 cucharadita de sal (o al gusto)

Preparación:

1. Retire el tallo de las flores dejando unos 2 centímetros cercanos al cáliz (el resto del tallo se puede utilizar como verdura o adorno para sopas).
2. Desprenda los sépalos que están alrededor de la flor (los que forman una especie de “corona”).
   En el centro de la flor encontrará el pistilo amarillo, el cual debe dejar intacto; es importante, debido a que aporta sabor y color. Cerciórese de que en el interior no haya algún insecto o gusano.
3. Hierva el agua, añada las flores y cuézalas por 1 minuto, asegurándose de sumergirlas bien en el agua, pues tienden a flotar. Retire del fuego, drénelas, deseche el agua caliente e inmediatamente sumérjalas en el agua fría con hielos; deje que se enfríen, drene, píquelas y reserve.
4. Caliente la mantequilla y fría la cebolla, agregue las flores de calabaza, deje cocer por 3 minutos, añada la harina y mueva hasta que se dore ligeramente. Incorpore el caldo y deje hervir, agregue la crema, la sal y cueza durante 5 minutos más. Ajuste de sal, retire del fuego, deje enfriar un poco, licue, cuele y reserve para volver a calentar antes de servir la sopa.
5. Sirva equitativamente en cada tazón los cubos de queso panela, las rajas de chile poblano y unas 2 cucharadas de granos de elote. Vierta encima la sopa caliente y adorne la superficie con la crema.

¡Disfruta!

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