INGREDIENTES PARA UNAS 20 UNIDADES:
- 325g de harina normal.
- 150g de mantequilla con textura de pomada (mantequilla a temperatura ambiente)
- 150g de azúcar
- dos cucharadas de esencia de vainilla
- Un huevo
- una pizca de sal
COMO HACER GALLETAS DE MANTEQUILLA FÁCILES:
1.- Lo primero, ponemos la mantequilla a temperatura ambiente en un bol junto al azúcar y lo mezclamos todo con una varilla o con un tenedor.
2.- Cuando tengamos una masa homogénea, añadimos el huevo y las dos cucharadas de esencia de vainilla. Volvemos a mezclar todos los ingredientes hasta que nuevamente haya quedado una masa homogénea
3.- Ahora ponemos la harina y la pizca de sal. Aunque se trate de una elaboración dulce, la sal potenciará el sabor y dejará unas galletas más esponjosas. Mezclamos e integramos todos los ingredientes con la mano. Nos quedará una bola de masa más bien solida, aunque se pegará un poquito a las manos (esto es bueno)
4.- Tapamos la masa y la metemos en el frigorífico. Lo bueno de esta receta, es que no es necesario amasar nada. La dejamos en el frigorífico entre una y dos horas. La idea es que la masa se enfríe y se compacte aunque, no demasiado o costará mucho dar la forma de galleta después.
5.– Pasado el tiempo, colocamos la masa sobre la encimera y con un rodillo, o una botella de cristal si no tienes rodillo, la estiramos sobre la misma encimera. Debe quedar con un dedo de grosor aproximadamente. Hecho esto, hacemos las galletas con los moldes que hayamos elegido. O con un vasito de cristal. Quedarán igual de buenas. Recuerdo que así fue como hice mis primeras galletas de mantequilla caseras (somos tres en casa. No sobró ni una)
6.- Cuando no quede más espacio en la masa para hacer más galletas, tan simple como recogerla toda y volver a estirarla con el rodillo o la botella de cristal y vuelta a empezar. ¡No quiero ver que tires ni un solo gramo de la masa a la basura!
7.- Finalmente, cuando estén todas las galletas hechas, las colocamos sobre papel de horno, encima de la misma placa de hornear, con una pequeña separación entre ellas ya que, aunque será muy poco, crecerán algo, y las metemos al horno previamente calentado a 180ºC, arriba y abajo. Mételas en una rendija más bien cercana a la resistencia de arriba del horno, que a la de abajo. Y vigílalas constantemente porque en 10 minutos o menos estarán cocinadas y es muy fácil que se quemen.
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