Ingredientes:
- Chocolate negro 70% de buena calidad 300 gramos
- Nata líquida para montar 200 gramos
- Ron u otro licor (opcional)
- Mantequilla 30 gramos
- Sal al gusto
- Té matcha
Preparación:
- Picar o trocear el chocolate a cuchillo. Cuanto más pequeño esté troceado, más fácil y rápido se fundirá. Disponer en un recipiente resistente al calor. Picar la mantequilla.
- Calentar la nata hasta que empiece a entrar en ebullición y echar sobre el chocolate con cuidado. Empezar a remover con unas varillas para ayudar a fundirlo. Incorporar el ron (opcional, se puede usar otro aroma como esencia de vainilla) y la mantequilla. Remover hasta tener una ganaché homogénea. Añadir la sal.
- Dejar enfriar un poco y echar en un recipiente más ancho para dejar una capa menos gruesa. Cuando esté a temperatura ambiente, tapar con plástico film y llevar a la nevera. Dejar que se endurezca, al menos dos horas, mejor si lo dejamos toda la noche.
- Disponer el té matcha en un cuenco y preparar un recipiente apaisado para ir depositando las trufas, o usar cápsulas de papel o de aluminio. Nos vamos a pringar las manos; si queremos evitarlo podemos usar guantes desechables de uso alimentario.
- Con un sacabolas o una cucharilla ir sacando porciones de la ganaché dura, procurando que sean de, más o menos, el mismo tamaño. Es preferible no pecar de exceso en el tamaño.
- Trabajar con las manos para darle una a una forma redondeada (o al gusto) y rebozar generosamente en el té. Con un tenedor de trufas o normal, sacudir ligeramente.
¡Disfruta!
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