La lucha libre mexicana está de luto. Este domingo se confirmó el fallecimiento de Esteban Mares, mejor conocido como Black Terry, una de las figuras más icónicas del circuito independiente, a la edad de 72 años en el Estado de México.

La noticia fue dada a conocer por la Arena Naucalpan, recinto que fue testigo de gran parte de su trayectoria y en donde también forjó a nuevas generaciones de luchadores. “Hoy el ring se queda en silencio. Con profundo dolor despedimos a la Gran leyenda el profesor Black Terry. Su lucha y carisma vivirán en el corazón de quienes lo admiramos”, se lee en el comunicado difundido en redes sociales.

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Black Terry fue mucho más que un luchador; fue maestro, referente y símbolo de resistencia en la lucha libre nacional. Su estilo, pasión y entrega dentro del cuadrilátero lo convirtieron en una leyenda viva hasta su último día.

Un legado forjado en sangre, sudor y pasión

Nacido en Guadalajara, Jalisco, Black Terry comenzó su camino en los encordados en 1972, tras ser entrenado por reconocidos luchadores como Luis Canales y Babe Face. Desde sus primeros pasos en el deporte espectáculo, demostró una técnica pulida, carisma arrollador y un compromiso absoluto con su profesión.

A lo largo de su carrera se ganó el respeto del público y de sus colegas, destacando como un gladiador temido y respetado. En su historial de victorias se encuentran cabelleras de luchadores reconocidos como Bello Greco, Chico Sexy, Bombero Infernal y Cerebro Negro, combates que marcaron época en la historia del pancracio mexicano.

Sin embargo, su mayor contribución fue como formador de talento. En los últimos años, Black Terry se dedicó a entrenar a jóvenes promesas de la lucha libre en la Arena Naucalpan, dejando una huella imborrable en cada uno de sus alumnos. Muchos de ellos lo han recordado con emotivos mensajes, agradeciendo sus enseñanzas dentro y fuera del ring.