CDMX.- La candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, ha dejado en claro que la intromisión de la ultraderecha de otros países en el proceso electoral mexicano no tendrá éxito. En sus declaraciones, Sheinbaum aseguró que hay una clara intención por parte de la ultraderecha ibérica de influir en la elección del 2 de junio, pero afirmó que no les va a funcionar.

En un encuentro con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana en Minatitlán, acompañada de Ricardo Aldana Prieto, Sheinbaum reiteró su compromiso de fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como de fomentar la inversión privada en ambas empresas. Asimismo, criticó la propuesta de cerrar refinerías, señalando que los reportes de emisiones están por debajo de la norma y que es necesario trabajar en conjunto para mejorar la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey.

En relación a la intervención de la diputada española del Partido Popular (PP), Cayetana Álvarez de Toledo, en un foro convocado por Ricardo Salinas Pliego, Sheinbaum expresó su desacuerdo con las opiniones de Álvarez de Toledo y criticó su apoyo por parte de figuras políticas en México. Sheinbaum destacó que la presencia de Álvarez de Toledo en el evento fue un intento de la ultraderecha de encontrar voceros con credibilidad, algo que según ella, ya no tienen.

Claudia Sheinbaum asegura que no habrá influencia de la ultraderecha en México

Además, Sheinbaum comentó sobre su llamado al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tras la controversia generada por un comunicado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que atribuía una resolución de la Internacional Socialista sobre México. Después de la respuesta inmediata recibida, Sheinbaum resaltó la importancia de mantener una relación diplomática efectiva entre México y España.

En cuanto a las encuestas que pronostican su victoria en las próximas elecciones, Sheinbaum no dudó en señalar que la privatización del sector energético durante el periodo neoliberal fue una tragedia para el país. Destacó que, a pesar de no estar de acuerdo con la privatización, si al menos hubiera potenciado una industria, tendría justificación. Sin embargo, Sheinbaum lamentó que la privatización de sectores como fertilizantes y petroquímica resultara en abandono y desastre para la economía mexicana.

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