Este domingo se lleva a cabo el Primer Debate Presidencial, un evento que genera gran expectativa y que es seguido por millones de personas en todo México. Sin embargo, ¿realmente importa lo que se diga o se haga en este tipo de encuentros? Según expertos en ciencia política, la influencia de los debates en las preferencias electorales es más bien marginal y no inmediata.

Leonardo Valdés Zurita, exconsejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), afirmó en que la mayoría de personas que dedican tiempo a ver los debates ya tienen una preferencia electoral definida antes de sintonizar el programa. En este sentido, Valdés explicó que el debate puede servir para confirmar la preferencia de aquellos que están interesados en la política y que ya han tomado una decisión de voto.

Por otro lado, Valdés identifica otro grupo de personas interesadas en la política que no necesariamente verán el debate en vivo, pero que se informarán a través de medios de comunicación o redes sociales. Para este segmento, los debates podrían tener un impacto mayor en su proceso de toma de decisiones, ya que les brindarán más información sobre los candidatos y sus propuestas.

En esta misma línea, Luis Carlos Ugalde, exconsejero presidente del entonces IFE, coincide en que los debates pueden influir en el electorado, pero de forma limitada. Destaca que lo que realmente importa es el postdebate, cuando los candidatos buscan viralizar sus participaciones y construir una narrativa vencedora, lo cual puede tener un efecto acumulativo en la percepción de la gente.

Por su parte, Marco Antonio Baños, exconsejero del INE, señaló que los debates son una oportunidad para que los candidatos se den a conocer ante la ciudadanía y amplíen su nivel de reconocimiento.