La autodenominada Cuarta Transformación, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha alzado como la fuerza dominante en el Congreso de la República tras las elecciones federales del domingo 2 de junio. Con un arrasador triunfo en las urnas, Morena y sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) obtendrán una mayoría calificada que les permitirá avanzar en las reformas pendientes que han sido impulsadas por el mandatario mexicano.

Según el Conteo Rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), Morena alcanzaría entre 233 y 251 diputados, mientras que el PT y el PVEM sumarían entre 46 y 52, y entre 67 y 77 legisladores, respectivamente. En conjunto, la coalición lograría un mínimo de 346 diputados y un máximo de 380, superando ampliamente el requisito de 334 para la aprobación de iniciativas o reformas constitucionales.

En la Cámara de Senadores, la 4T también se verá fortalecida, ya que Morena contaría con entre 57 y 60 senadores, el PVEM con entre 10 y 15, y el PT con entre nueve y 13, sumando entre 76 y 88 representantes, lo que les garantizaría la mayoría calificada en la Cámara Alta.

Por otro lado, los partidos de oposición como el PAN y el PRI, si bien mantienen una presencia significativa en el Congreso, no logran alcanzar la fuerza que ostenta la 4T. El PAN obtendría entre 64 y 80 diputados, y entre 19 y 22 senadores, mientras que el PRI se quedaría con entre 30 y 41 diputados, y entre 15 y 18 senadores. Movimiento Ciudadano también vería un incremento en su representación con entre 23 y 32 diputados, y entre cuatro y ocho senadores.

Sin embargo, el panorama más desalentador lo vive el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se encuentra al borde de la extinción después de ser el peor votado en las elecciones. Se prevé que solo alcance entre cero y ocho diputados, y de cero a tres senadores, poniendo en riesgo su presencia en la política.

La mayoría calificada adquirida por la 4T en el Congreso representa un gran poder para la aprobación de reformas constitucionales, ya que se requiere el respaldo de dos terceras partes de ambas Cámaras.

Con esta contundente victoria electoral, Morena y sus aliados no necesitarán negociar con otras fuerzas políticas en busca de votos, como ocurrió en el pasado, lo que les otorgará un amplio margen de maniobra para impulsar las transformaciones que han sido prometidas a la ciudadanía.

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