Pese a los planes originales del Instituto Nacional Electoral (INE) de llevar a cabo un tercer debate presidencial con un formato de confrontación directa entre las candidatas Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, los partidos políticos acordaron modificar este esquema. La escaleta original contemplaba preguntas directas entre las candidaturas, pero debido a preocupaciones sobre la distribución desigual del tiempo, se decidió eliminar este segmento.

¿Qué fue lo que se modificó en el tercer debate presidencial?

El segmento ‘cara a cara‘ fue eliminado del debate presidencial, y en su lugar se estableció un nuevo formato. Cada candidatura enviará 15 preguntas a la moderación, cinco por cada tema, y la moderación seleccionará una pregunta de cada aspirante. La dinámica incluirá tres preguntas en total, una por cada tema, seguidas de un minuto de respuesta por parte de cada candidatura, seguido de un minuto de réplica para cada uno.

Además de la eliminación del segmento ‘cara a cara’, se realizaron ajustes en los primeros tres bloques del debate, que originalmente tenían un formato idéntico. Los temas para estos bloques incluyen política social, inseguridad y crimen organizado, y migración y política exterior.

En lugar de una pregunta de la moderación seguida de respuestas individuales y una bolsa de tiempo, ahora cada candidatura hará un planteamiento de la temática de cada bloque por un minuto, seguido de una bolsa de tiempo de máximo cinco minutos por participante.

Reacciones y negociaciones con el INE

La reunión entre representantes de partidos políticos y consejeros del INE estaba programada para el miércoles, pero se canceló debido a la negativa inicial del órgano electoral de cambiar el formato. Sin embargo, el jueves se acordaron los cambios propuestos por las coaliciones, lo que llevó a la adaptación del formato del debate.

La eliminación del segmento ‘cara a cara’ entre las candidaturas en el tercer debate presidencial ha generado debate y reflexión sobre el formato de los debates electorales. Algunos críticos argumentan que este cambio podría limitar la confrontación directa entre los candidatos, mientras que otros ven la nueva dinámica como una oportunidad para una discusión más equilibrada y estructurada sobre los temas clave para el país.

A medida que se acerca la fecha del tercer debate presidencial, las campañas y los candidatos se están preparando para abordar los temas cruciales que se discutirán. Con los cambios en el formato, las estrategias de comunicación y los enfoques de los candidatos podrían ajustarse para adaptarse a las nuevas dinámicas del debate.

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