En un reajuste estratégico de su gabinete, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, movió a Libia García Muñoz Ledo de la secretaría de Gobierno a la de Desarrollo Social y Humano, abriendo así un nuevo capítulo en su carrera política. Esta reubicación se produjo justo antes del periodo de precampaña a la gubernatura, convirtiendo a García en la precandidata de la alianza PAN, PRI y PRD.

Al asumir la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, García lanzó el programa social ‘Mujeres Grandeza’, destinado a otorgar un apoyo económico mensual de mil pesos a mujeres guanajuatenses. Este programa evoca el extinto ‘tarjeta rosa’ del PRI en el Estado de México, buscando establecer un vínculo directo con las necesidades de la población.

Ascenso político de Libia García en el PAN

Con el respaldo directo del gobernador y la designación de las dirigencias nacionales de los partidos de oposición, García se convirtió en noviembre pasado en la precandidata a la gubernatura de Guanajuato, sin enfrentar competencia interna. Su militancia en el PAN se remonta a los 21 años, pero su ascenso político significativo ocurrió en 2015 cuando resultó elegida como diputada por el distrito 5 de León.

Durante su periodo como diputada, García destacó por impulsar iniciativas importantes, como la creación del Programa Estatal de Protección a la Lactancia Materna y la aprobación de la Ley Olimpia. Su labor legislativa la llevó a ser la primera mujer legisladora reelecta en la entidad, consolidando su posición en la arena política guanajuatense.

Gobierno y ruta hacia la gubernatura

Tras concluir su cargo como legisladora, García fue invitada por el gobernador Rodríguez Vallejo a asumir la Secretaría de Gobierno, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar dicho puesto en el gabinete estatal. Sin embargo, en abril de 2023, dio el salto a la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, anticipándose al proceso electoral. Su ascenso no estuvo exento de polémica, y su participación en el gobierno estatal durante la masacre en Salvatierra generó preguntas sobre la seguridad en la entidad.

Guanajuato, bastión panista durante 32 años, enfrenta nuevos desafíos en el actual proceso electoral. La creciente inseguridad, evidenciada por la reciente masacre en Salvatierra, se suma a las preocupaciones de los ciudadanos. Las preferencias electorales muestran una competencia ajustada entre el PAN y Morena, desafiando la hegemonía panista en el estado.

Panorama electoral en Guanajuato

En respuesta a la violencia en Guanajuato, García condenó la masacre en Salvatierra y expresó solidaridad con las familias afectadas. Comprometida a presentar una estrategia en materia de seguridad pública, evitó abordar las implicaciones políticas de este hecho violento en su carrera. Subrayó la importancia de convocar a expertos y prometió cambios significativos para abordar el problema de la inseguridad.

Guanajuato, uno de los bastiones históricos del PAN, se encuentra en una encrucijada electoral. La competencia intensa y la creciente insatisfacción pública exigen estrategias innovadoras. Por su parte, Libia García, como candidata de la alianza opositora, enfrenta la tarea de revitalizar el liderazgo panista en un estado que ha sido su bastión durante décadas. La inseguridad, la preferencia electoral y su legado político son factores cruciales en esta contienda.

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