El uso de aviones privados por parte de políticos ha generado controversia en México, y en esta ocasión la precandidata de Fuerza y Corazón por México a la Presidencia, Xóchitl Gálvez, fue captada abordando uno en Campeche con destino a Tabasco. Esta situación no pasó desapercibida en redes sociales y Claudia Sheinbaum, abanderada presidencial de Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM), no dudó en criticar a Gálvez por esta acción.

El miércoles 17 de enero, diversos usuarios de redes sociales compartieron imágenes de Gálvez abordando un avión privado. Esta situación generó una ola de críticas hacia la precandidata, especialmente por contradecir la austeridad que tanto ha promulgado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Xóchitl no tiene nada que ocultar

Ante las críticas, Gálvez no ocultó el uso del avión y argumentó que no había vuelos directos a Tabasco desde Campeche, por lo que tuvo que recurrir a una aeronave privada. Además, aseguró que no tenía nada que ocultar y que la información sobre el costo del viaje está disponible en internet.

“Yo me muevo de dos maneras, y no hay vuelo directo a Tabasco, de Campeche de donde vengo aquí a Tabasco. Y lo declaró como debe de ser, no ando ocultando nada”, expresó entrevistada a su llegada.

Morena se lanza contra Xóchitl

En conferencia de prensa en Papantla, Claudia Sheinbaum reaccionó al uso del avión por parte de la candidata de oposición.

“No somos iguales”, expresó Sheinbaum, haciendo referencia a la austeridad y sencillez con la que se maneja el gobierno actual. Esta postura fue respaldada por el diputado federal de Morena, Joaquín Zebadúa, quien también criticó el uso del avión privado a través de sus redes sociales.

Zebadúa señaló la hipocresía de Gálvez al usar aviones privados después de proclamar la importancia de la bicicleta como medio de transporte:

«El viaje en avión privado de Xóchitl demuestra que subirse a la bici es propaganda e hipocresía. Un vuelo de esos emite dos toneladas métricas de carbono por hora. Mejor se hubiera subido al Tren Maya: sus emisiones son nada comparadas con las del avión y está bien bonito».