La batalla legal entre Maribel Guardia e Imelda Tuñón por la custodia del hijo de Julián Figueroa, conocido como Juliancito, esta alcanzando un nivel de tensión insostenible. El conflicto tomó un giro inesperado cuando un juez emitió una amenaza formal a ambas partes, advirtiéndolas que, si continúan atacándose públicamente, podrían enfrentarse a serias consecuencias legales, incluyendo la cárcel.

De acuerdo con el programa de Maxine Woodside, que reportó los últimos detalles del caso, el juez dejo claro que tanto Maribel Guardia como Imelda Tuñón deberán cesar inmediatamente cualquier tipo de hostigamiento mutuo, ya sea a través de redes sociales o en entrevistas públicas.

La resolución tiene como objetivo proteger no solo la integridad de las partes involucradas, sino principalmente la del menor, J.J.F.G., quien ha sido el centro de esta disputa.

El documento judicial presentado establece que, en caso de que las acusadas no cumplan con la orden de abstenerse, se impondrán sanciones económicas, con una multa inicial de 6,000 pesos mexicanos.

Sin embargo, la amenaza más seria recae sobre la posibilidad de un arresto de 36 horas si las agresiones o declaraciones continúan. En otras palabras, las consecuencias podrían ser mucho más graves si ambas partes desobedecen la orden judicial.

Lo sorprendente de este asunto es que la resolución ya fue aceptada por ambas partes durante una audiencia celebrada la semana pasada, lo que implica que, legalmente, no tienen permitido emitir más declaraciones sobre el caso. El ambiente de tensión ha sido tan fuerte que incluso los medios de comunicación han tenido que ser cautelosos a la hora de reportar sobre este conflicto.

El origen del conflicto y las acusaciones de violencia vicaria

El origen de esta disputa radica no solo en la custodia de Juliancito, sino también en desacuerdos sobre cómo se están administrando los bienes del niño, lo que ha agudizado aún más las diferencias.

Uno de los puntos más polémicos es la figura de Marco Chacón, esposo de Maribel Guardia, quien ha sido designado como albacea de los bienes de Julián Figueroa, el padre del menor.

Este desacuerdo sobre los bienes ha causado un enorme malestar entre las partes, llevando la disputa a una arena judicial donde el bienestar del niño se encuentra en el centro de la controversia. En este sentido, Imelda Tuñón ha alzado la voz en múltiples ocasiones, denunciando lo que ella considera violencia vicaria, una forma de abuso que afecta a las madres que luchan por la custodia de sus hijos.

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