Paulina Rubio se encuentra en el ojo del huracán tras la decisión de una jueza de ordenarle someterse a terapia familiar. Esta medida se produce en medio de serias acusaciones de presunto abuso físico por parte de su hijo mayor, Nicolás, de 14 años.

La polémica estalló tras un supuesto incidente ocurrido en la residencia de la intérprete, lo que habría motivado la intervención de las autoridades policiales. Las declaraciones del adolescente y las acciones legales emprendidas por su padre, el empresario español Nicolás “Colate” Vallejo-Nágera, han encendido el debate público y mediático.

En una tensa audiencia judicial celebrada en Miami, el abogado de Vallejo-Nágera, Daniel Kent, lanzó graves acusaciones, afirmando que el joven Nicolás fue víctima de agresión física por parte de su madre durante lo que se describe como un castigo prolongado por varias horas. Entre los detalles revelados, se mencionó la confiscación del teléfono móvil del menor, acto que presuntamente escaló hasta la agresión física.

La controversia se intensifica con el testimonio de la trabajadora social designada por la corte para representar los intereses del adolescente, Amber Glasper. Según su informe, Nicolás describió el episodio como un claro acto de agresión. Glasper también destacó que el teléfono confiscado representaba el único vínculo de comunicación entre el joven y su padre, lo que habría desencadenado una intensa reacción emocional en él. Aún más revelador, la trabajadora social aseguró que el hijo mayor de Paulina Rubio ha manifestado reiteradamente su firme deseo de residir en España junto a su padre.

Fuentes del detallaron que la policía se presentó en el domicilio de Rubio tras el presunto altercado. Aunque los pormenores de la intervención policial aún no han trascendido, este hecho subraya la seriedad de las acusaciones y la creciente atención mediática sobre el caso.

Este delicado asunto también pone de manifiesto las históricas tensiones entre Paulina Rubio y Nicolás “Colate” Vallejo-Nágera, cuya relación ha sido turbulenta desde su separación. Sin embargo, esta nueva medida preventiva impuesta por las autoridades estadounidenses añade un nuevo y significativo capítulo a esta compleja historia familiar.

Si bien la defensa legal de Paulina Rubio, liderada por la abogada Sandra Hoyos, no ha ofrecido declaraciones públicas exhaustivas sobre las acusaciones, se anticipa que la cantante presentará su versión de los hechos en los próximos procedimientos legales. No obstante, se ha confirmado que la defensa de Rubio está de acuerdo con la obligatoria terapia familiar dictaminada por la jueza a cargo del caso.