La agrupación sinaloense Los Alegres del Barranco enfrentará una nueva comparecencia ante la Fiscalía del Estado luego de no declarar en su segunda citación. La fecha elegida para este nuevo citatorio será el 5 de mayo, justo el día en que tenían programado un concierto en Tequila, Jalisco, evento que ya fue oficialmente cancelado.

Así lo confirmó el gobernador del estado, Pablo Lemus Navarro, quien lamentó que los músicos hayan optado por no declarar en su anterior visita al Ministerio Público, acogidos a su derecho legal.

“Lo mejor era que de una vez declararan en su primera visita y evitar una segunda, pero no lo quisieron hacer. Así se lo recomendó su abogado y tendrán que regresar», expresó el mandatario.

¿Música o delito? El debate que divide opiniones

El caso ha generado un nuevo capítulo en la controversia sobre los límites entre el arte musical y la apología del crimen. Si bien Lemus aclaró que en Jalisco no existe una prohibición hacia ningún género musical o grupo específico, advirtió que no se tolerará la promoción de conductas delictivas a través de la música.

“Si Los Alegres del Barranco se vuelven a presentar y no hacen apología del delito, no hay problema”, explicó el gobernador. “Queremos saber por qué promovieron ese tipo de valores o ensalzaron a un líder criminal, quiero saber por qué lo hicieron, cuáles son sus intereses, a qué responden”.

En este contexto, la administración estatal ha enviado una iniciativa al Congreso del Estado de Jalisco para que los municipios exijan a productores y promotores regular los contenidos de los espectáculos. La finalidad es evitar la exaltación del crimen organizado, que en los últimos años ha encontrado eco en los llamados narcocorridos o corridos tumbados.

¿Qué es la apología del delito?

De acuerdo con la Real Academia Española, “apología” significa “hablar en defensa” de alguien o algo. En términos legales, cuando se refiere a delitos, implica un discurso o manifestación que ensalza, justifica o promueve conductas delictivas, lo cual está penado por la ley mexicana si afecta el orden público o incita a la violencia.

Los espectáculos que glorifican figuras criminales o hacen alarde de actividades como el narcotráfico no solo cruzan los límites del entretenimiento, sino que también alimentan una narrativa que normaliza la violencia, sobre todo entre los jóvenes.

Te puede interesar:<Sale a la luz la entrevista secreta que Francisco pidió no publicar hasta después de su muerte/p>