La reconocida banda de música regional mexicana, Los Alegres del Barranco, se encuentra en el ojo del huracán legal en Jalisco tras ser imputados por la Fiscalía estatal por la presunta apología del delito en sus presentaciones. La polémica se desató luego de que, durante un concierto el pasado 29 de marzo de 2025 en el Auditorio Telmex de Zapopan, mientras interpretaban «El dueño del palenque», se proyectaran imágenes de Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho», líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Esta situación ha llevado a la Fiscalía a tomar medidas legales contra los integrantes del grupo, su representante y el promotor del evento. Las restricciones impuestas por un juez de control incluyen la prohibición de salir de Jalisco (salvo por tres conciertos previamente agendados), una garantía económica de 1.8 millones de pesos y la obligación de presentarse semanalmente ante el juzgado.

Sin embargo, la historia ha tomado un giro aún más delicado y personal. En una reciente entrevista con Luis Chaparro en el canal de YouTube Pie de Nota, Los Alegres del Barranco no solo se deslindaron de la proyección de las imágenes de «El Mencho» – asegurando que fue una decisión unilateral de su productor – sino que también alzaron la voz para denunciar una dolorosa consecuencia de este proceso legal: el bullying que están sufriendo sus hijos en la escuela.

Con la voz entrecortada, los integrantes de la agrupación relataron el impacto emocional que esta situación ha generado en sus familias. «Nuestros hijos, algunos de nuestros hijos, han recibido ‘hate’ en la escuela», manifestaron, evidenciando la profunda preocupación que embarga a las cerca de 20 familias ligadas al grupo.

El testimonio más desgarrador se centró en los menores, quienes están pagando un precio injusto por la controversia que rodea a sus padres. «Imagínate, están afectando a todas estas familias y lo más feo, lo más gacho, es lo que nos ha pasado con los hijos a nosotros», lamentaron.

Compartieron incidentes concretos que ilustran la crueldad del acoso escolar. Una de sus hijas, de tan solo 12 años, fue confrontada por sus compañeros con un hiriente comentario: «A mi niña le dijeron que por culpa de su papá no se pueden cantar corridos». De igual manera, el hijo de otro miembro de la banda ha sido víctima de mensajes intimidatorios: «A un hijo de un compañero, también le hicieron ‘hate’, que a su papá lo van a meter a la cárcel. 10 años, mi niña de 12 años. Desde ahí se va contaminando el rollo».

Los Alegres del Barranco hicieron un sentido llamado a la reflexión sobre las consecuencias indirectas de este tipo de procesos legales, señalando la falta de consideración hacia el bienestar de sus seres queridos. «Todo eso no lo piensan, todo lo que están afectando», sentenciaron, haciendo hincapié en la carga emocional y psicológica que recae sobre sus familias, especialmente en los niños, quienes se ven expuestos a una realidad dolorosa y ajena a su inocencia.