A más de dos meses del brutal ataque que conmocionó a las redes sociales, Marianne “N”, la joven creadora de contenido acusada de atacar con un arma blanca a la modelo Valentina Gilabert, ahora busca el perdón de su víctima.

El caso, que ha captado la atención mediática y generado un intenso debate sobre la responsabilidad penal de menores de edad, da un nuevo giro con las declaraciones de su abogado defensor.

El abogado Héctor Ponce, representante legal de Marianne, reveló que su clienta está profundamente consternada por el estado de salud de Valentina y desea sinceramente pedirle perdón. "Tenemos que ver si logramos un acercamiento a través de la fiscalía, sus asesores, un arreglo entre las partes y ver qué podemos hacer, obviamente siempre con el consentimiento de la víctima", señaló.

El ataque

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de febrero en un domicilio ubicado entre el Anillo Periférico y la Cerrada Oaxaca, en la alcaldía Álvaro Obregón. Fue allí donde Marianne, presuntamente movida por los celos y la ira, atacó a Valentina con un cuchillo, creyendo que ésta había mantenido un romance con su ex pareja, José Said, quien además es padre de su hija.

Valentina fue encontrada en estado crítico y trasladada de urgencia a un hospital, donde permaneció en coma por varios días. El violento episodio generó una ola de indignación en redes sociales y puso en el centro del debate la figura pública de Marianne, quien hasta entonces era reconocida por su vida en plataformas digitales.

Valentina rompe el silencio: “No creo que mi agresora debería estar libre”

En una reciente entrevista, Valentina Gilabert, aún con visibles secuelas físicas y emocionales, dio su primera declaración pública desde el ataque. En ella, la joven modelo fue contundente al rechazar cualquier posibilidad de que Marianne recupere su libertad.

“Yo no creo que mi agresora debería estar libre”, afirmó Gilabert, con la voz entrecortada y aún afectada por el trauma. En sus palabras, dejó claro que su relación con Marianne no era cercana, aunque sí compartían círculo social. “Nunca nos llevamos mal, pero no éramos amigas ni éramos cercanas. Con el tiempo me di cuenta que me rechazaba”, relató.