La tristeza invadió las redes sociales este 2 de mayo cuando el influencer venezolano Pedro Luis Joao Figueira, mundialmente conocido como La Divaza, compartió con sus millones de seguidores la desgarradora noticia del fallecimiento de su madre, Kenya Álvarez, víctima de una intensa lucha contra el cáncer.

En un video profundamente emotivo, publicado a través de su cuenta de Instagram, el creador de contenido no pudo contener las lágrimas al confirmar que su mamá había fallecido tras complicaciones derivadas de una infección que su ya debilitado cuerpo no pudo resistir. Con voz entrecortada y un visible nudo en la garganta, La Divaza expresó:

“No sé ni qué decir, tengo como un nudo en la garganta. Mi mami se acaba de ir al cielo. En estos días le dio una infección y no pudo aguantar, chamas… mamá estaba sufriendo mucho”.

Una despedida forzada por la distancia

El dolor del youtuber se hizo aún más profundo al revelar que no podrá asistir al funeral ni darle el último adiós en Venezuela, debido a problemas migratorios que le impiden regresar a su país natal. En su mensaje, explicó que fue hasta Portugal para abrazar por última vez a su madre, antes de que ella decidiera volver a Venezuela, donde finalmente falleció.

“Yo fui a Portugal a despedirme porque ella quería irse para Venezuela, pero ustedes saben que yo no puedo ir a Venezuela. Mi hermana la va a cremar allá. Ay, no, chamas, nunca me había pasado esto, qué horrible.”

Aunque su personaje público suele estar cargado de humor, extravagancia y empoderamiento, esta vez La Divaza se mostró en su faceta más humana y vulnerable, recordando con cariño el apoyo incondicional de su madre, quien estuvo presente desde los inicios de su carrera hasta sus momentos de mayor éxito.

Kenya Álvarez fue mucho más que una madre: fue su sostén emocional, su mayor fan y una inspiración constante en su vida personal y artística. La ausencia física deja un vacío inmenso, pero el recuerdo y el amor permanecerán como legado eterno.

El fallecimiento de la madre de La Divaza es un recordatorio de que detrás de cada figura pública hay una historia personal cargada de momentos difíciles, pérdidas y emociones profundas que trascienden las pantallas. El influencer, con su sinceridad y vulnerabilidad, abrió una ventana íntima que permite a sus seguidores conectarse con él en un nivel más profundo.

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