A cuatro años de la trágica muerte de Octavio Ocaña, actor recordado por su papel como "Benito" en la serie Vecinos, su familia vuelve a ser noticia, esta vez por una ruptura dolorosa: sus padres, Ana Lucía Ocaña y Octavio Pérez, han decidido separarse definitivamente.

La madre del actor confirmó la noticia en una emotiva y contundente entrevista, donde relató el desgaste emocional y físico que vivió durante el último año en su intento por salvar un matrimonio quebrado por el dolor, la violencia y la indiferencia.

“Luché más de un año por mi matrimonio. El señor me daba vueltas, me decía que esperara, me tenía con esperanzas, pero esperanzas falsas”, declaró Ana Lucía entre lágrimas.

Los rumores sobre la separación habían comenzado semanas atrás, cuando la señora compartió un mensaje en redes sociales que levantó sospechas:

“Hoy comienza una nueva etapa en mi vida, 34 años me convencí que el deber ser era que lo que empieza nunca debe terminarse.”

Ahora, con la verdad en la mesa, Ana Lucía compartió que su esposo “se fue por las tortillas y ya no volvió”, una metáfora dolorosa que retrata el abandono que sufrió, incluso en los momentos más difíciles tras el asesinato de su hijo.

Violencia y manipulación: un matrimonio desgastado

Durante la entrevista, Ana Lucía no solo habló de abandono, sino también de una historia marcada por la violencia doméstica, los celos, la manipulación emocional y el machismo. Reveló que en más de una ocasión fue agredida físicamente por su esposo, situación que incluso la llevó al hospital.

“Al día de hoy, no es el señor que era antes, se ha vuelto más agresivo. Cuesta trabajo hablar con él. Me evade, me manda dinero a cuenta gotas. El señor es muy violento y se volvió más violento desde la muerte de Octavio”, explicó.

También dejó claro que la muerte de su hijo marcó un punto de quiebre emocional y conductual en Octavio Pérez, quien, según Ana Lucía, comenzó a comportarse de manera aún más hostil y distante.

De ama de casa a mujer abandonada

Uno de los momentos más impactantes de la conversación fue cuando Ana Lucía narró el giro radical que dio su vida tras la separación. Durante más de tres décadas, ella fue ama de casa a tiempo completo, siguiendo el rol que su esposo le impuso como proveedor único del hogar. Sin embargo, ahora enfrenta una dura realidad: salir adelante sola y reconstruir su vida sin independencia económica ni estabilidad emocional.

“El señor me dijo que mi lugar era en el hogar, que él era el proveedor. Ahora, al ser una mujer dependiente, me está costando mucho trabajo. Se bajó del barco, me dejó arriba del barco, y es estar detrás de él para mi mantenimiento”, sentenció.

Además, Ana Lucía reveló que su expareja vive actualmente con una exempleada doméstica, a quien calificó como una oportunista que solo busca beneficiarse económicamente de su situación.