En lo que va del año, los casos de dengue en México han aumentado un alarmante 385%, mientras que las muertes relacionadas con esta enfermedad se han quintuplicado. Este preocupante incremento coincide con el inicio del verano y la temporada de huracanes, que comenzó esta semana en el Atlántico con la tormenta Alberto.

Según el ‘Panorama epidemiológico de dengue’ de la Secretaría de Salud (SSa) federal, se han registrado 17,016 casos confirmados de dengue en las primeras 24 semanas del año, en comparación con los 3,505 casos registrados en el mismo periodo de 2023. Además, las muertes por dengue han aumentado de cinco a 26 en el mismo lapso.

Concentración de casos en el sur de México

Las autoridades del sur de México, una región que concentra más de seis de cada 10 casos del país, han advertido que la situación podría empeorar debido al inicio del verano y las lluvias intensificadas por el ciclón Alberto. Estas condiciones crean un ambiente propicio para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, el vector del dengue.

En respuesta a esta crisis, la Secretaría de Salud de Oaxaca ha activado un plan emergente para frenar el aumento de casos de dengue, intensificando las campañas de nebulización para neutralizar los mosquitos. Hasta esta semana, Oaxaca ha reportado 563 casos de dengue y tiene 13 defunciones en estudio.

‘Nos está hablando de un incremento de 338%, hemos observado que el vector, el zancudo, pues ya se ha adaptado a las diferentes temperaturas y altitudes’, advirtió Mayliz Esparza Castellanos, jefa del Área de Epidemiología de la Secretaría de Salud de Oaxaca.

Adaptaciones y precauciones ciudadanas

Ante la creciente amenaza del dengue, los ciudadanos están adaptando sus rutinas para combatir al mosquito. Hortencia Díaz, por ejemplo, permite que el humo nebulizador esparcido por las autoridades entre a su casa. Díaz, quien vende comida fuera de su vivienda todas las noches, siempre tiene a mano un repelente para insectos.

El aumento de casos de dengue también ha elevado la ocupación hospitalaria en Oaxaca. En el Hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), es notable el número de personas que aguardan en las calles la recuperación de sus familiares enfermos de dengue.

Silvia Hernández, cuyo pariente de 82 años fue internado por segunda vez debido a las secuelas del dengue, describió la situación: ‘Para personas que tienen hipertensión o diabetes, es necesaria la atención porque bajan las plaquetas y el organismo se descompensa. Como ha llovido, están los zancudos que ya están endémicamente acá en nuestro estado, entonces se reavivan y en algún lado en el trabajo le picó un zancudito’.

Factores que facilitan la propagación del dengue

A pesar de la emergencia, en las calles del centro de Oaxaca es común observar llantas tiradas y charcos de agua, que se convierten en criaderos de mosquitos. Estos criaderos se encuentran cerca de escuelas y paradas de autobuses, donde la aglomeración de personas aumenta el riesgo de contagio.

Otro indicador del aumento de mosquitos y contagios es la escasez de repelentes comerciales en las principales cadenas de farmacias de la ciudad de Oaxaca.

La crisis del dengue no se limita a México. En las Américas, se han registrado este año más de 8.1 millones de casos de dengue, en una epidemia sin precedentes que ha puesto a prueba los sistemas de salud. Países como Argentina, Brasil y Uruguay se encuentran entre los más afectados, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Medidas y recomendaciones

Frente a esta situación, las autoridades sanitarias han intensificado las campañas de prevención y control del dengue. Se recomienda a la población eliminar criaderos de mosquitos en sus hogares, utilizar repelentes y mosquiteros, y acudir al médico ante cualquier síntoma de dengue, que incluye fiebre alta, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, y erupción cutánea.

La Secretaría de Salud de Oaxaca, por ejemplo, ha intensificado las campañas de nebulización y está promoviendo la participación comunitaria para eliminar criaderos de mosquitos.

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