Aumentan ataques con drones en México
Los ataques con drones equipados con explosivos han incrementado durante los últimos tres años en México, por lo que ahora también son empleados por el crimen organizado como un «arma».
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), desde 2020, se han registrado 605 ataques de este tipo, principalmente en Guerrero, Michoacán y Tamaulipas, estados afectados por el crimen organizado y grupos del narcotráfico.
Ante el aumento de ataques con drones equipados con explosivos, también conocidos como narcodrones, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió en agosto pasado una iniciativa para reformar el Código Penal Federal e incrementar las penas hasta 60 años por la comisión de este delito.
Los datos de la Sedena indican que los ataques de drones con explosivos pasaron de 5 en 2020, a 260 en el primer semestre de este año. Mientras que en 2022 se registraron 233 agresiones de este tipo y en 2021 fueron 107.
Agresiones
Los ataques con este tipo de artefactos se han registrado en diverso estados, por ejemplo en Baja California, donde el 10 de julio de 2018 un dron equipado con dos granadas cayó en casa del entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
Mientras que el 20 de abril de 2021, en Michoacán, integrantes de la delincuencia organizada atacaron con drones cargados de explosivos a policías estatales, lo cual dejó a dos elementos heridos.
Otro caso ocurrió en 10 de enero del año pasado, cuando presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación lanzaron explosivos mediante drones en las comunidades El Bejuco y La Romera, pertenecientes al municipio de Tepalcatepec.
Lo anterior con el objetivo de intimidar a los campesinos y agricultores, a quienes intentaban desplazar para ocupar los territorios estratégicos en Tierra Caliente.
En la iniciativa del presidente López Obrador también se menciona que el 23 de febrero de 2022 la Sedena detectó sobrevuelos de drones no autorizados en zonas cercanas al Centro de la Ciudad de México.
Además, los delincuentes pueden utilizar los drones para diversas actividades como para anular sistemas de cómputo o extraer información confidencial de forma remota.
Así como para el contrabando de drogas; lanzamiento de materiales ilegales sobre las cárceles; vigilar casas y zonas pobladas o monitorear las fuerzas del orden.
