México enfrenta un incremento en los casos de tuberculosis, alcanzando los 4,113 contagios, convirtiéndose en la segunda enfermedad más prevalente del país, solo detrás de la influenza. En la semana 11 del año, comprendida entre el 9 y el 15 de marzo, se registraron 371 nuevos casos.

El estado de Baja California es el más afectado, con 360 pacientes diagnosticados, seguido de Nuevo León con 346 casos y Veracruz con 336. La tuberculosis es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa, causada por el Bacilo de Koch. Un paciente con tuberculosis puede infectar entre 15 y 20 personas en un año, principalmente a través de las gotículas de saliva expulsadas al toser, hablar, cantar o estornudar, lo que subraya la importancia de que los pacientes cubran su boca y nariz para evitar la propagación.

La tuberculosis puede afectar cualquier órgano, aunque es más común que se presente en los pulmones. Aunque es curable con un tratamiento de seis meses, puede complicarse en personas con comorbilidades como diabetes, VIH-SIDA, alcoholismo, desnutrición o inmunidad debilitada, como en el caso de los pacientes con cáncer.

Los síntomas principales de la tuberculosis incluyen tos con flemas durante más de 15 días, fiebre por las tardes, pérdida de peso inexplicada, sudoración nocturna, falta de apetito y cansancio. En casos graves, pueden aparecer dolor en el pecho, dificultad para respirar, sangrado al toser y dolor de cabeza. El tratamiento debe seguirse rigurosamente sin interrupciones y bajo supervisión médica para ser efectivo.

Además, existe una vacuna que se administra a los recién nacidos para prevenir la forma grave de la enfermedad en caso de infección.

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