Una impactante historia de rescate tuvo lugar en la colonia García Ginerés, en Mérida, cuando una niña de apenas cinco años cayó a un pozo de ocho metros de profundidad. Los bomberos fueron alertados por la abuela de la pequeña, quien presenció el colapso del pozo con su nieta en su interior.

El incidente ocurrió en el patio de la casa donde trabajaba la abuela. Mientras la mujer realizaba sus quehaceres, la niña decidió entretenerse en el patio. Sin embargo, la tapa de madera que cubría la abertura del pozo ocurrió debido al deterioro provocado por el paso del tiempo, y la niña cayó al precipicio.

Afortunadamente, el pozo contenía al menos un metro de agua, lo que amortiguó en cierta medida el impacto de la caída. La angustiada abuela pidió ayuda a través de los números de emergencia, y pronto llegaron los equipos de rescate de la Dirección de Rescates y Siniestros de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Los rescatistas utilizaron una estructura metálica y poleas para sacar a la niña de manera segura. Luego, los técnicos en urgencias médicas de la misma corporación policíaca le hicieron una evaluación a la niña, quien tenía excoriaciones en ambos brazos. Para asegurarse de que no tuviera lesiones mayores, la llevaron al Hospital General Agustín O’Horán, donde le hicieron los estudios necesarios.

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