Integrantes de La Plaza, brazo armado del Cártel de Caborca, advirtieron a las autoridades locales que matarán a un custodio por cada abuso que sufran sus integrantes recluidos en los Centros de Prevención y Reinserción Social (Cereso) de Hermosillo y de Cajeme.

Cuatro sujetos fuertemente armados, con equipo táctico y con pasamontañas, hicieron la amenaza en una grabación en donde acusaron que sicarios de Los Salazar, ex socios de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa de golpear a los integrantes del brazo armado del Cártel de Caborca.

En el video de tan solo 32 segundos, uno de los encapuchados acusa a sicarios de Los Salazar, ex aliados de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa, de golpear y torturar a los miembros del brazo armado del Cártel de Caborca, conocidos como Los Azules.

“Este mensaje va directamente a las autoridades penitenciarias de Sonora. Por cada agresión sufrida por alguno de Los Azules en las cárceles, especialmente en el Cereso de Cajeme y el de Hermosillo número dos”, declaró uno de los enmascarados, advirtiendo que ejecutarán a un guardia de cualquier Cereso en represalia.

La disputa entre La Plaza y Los Salazar se remonta a la separación de Los Salazar de la facción de Los Menores, hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, debido a la violación de las reglas impuestas por Los Chapitos respecto a la producción y tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Esta escisión desató una guerra en Sonora que resultó en la aparición de un grupo rival denominado «Los Mata Salas».

Mientras Los Salazar eran liderados por Crispín Salazar Zamorano, alias El Tío, La Plaza es reconocido como el brazo armado del Cártel de Caborca bajo la dirección de Rafael Caro Quintero, El Narco de Narcos. A diferencia de Los Salazar, La Plaza acató una tregua con el Cártel de Sinaloa y acató la prohibición de Los Chapitos sobre el fentanilo desde 2023.

En un operativo reciente, la Secretaría de Marina (Semar) incautó dos vehículos blindados pertenecientes presuntamente a la organización criminal Gente Nueva Salazar en Caborca, Sonora. Estos vehículos, llamados ‘monstruos’ por su resistencia, exhibían las iniciales «GNS» y la palabra «Fury», revelando posibles nexos con la célula delictiva.

La escalada de violencia en Sonora y las amenazas del Cártel de Caborca contra las autoridades penitenciarias generan preocupación en la región. Las autoridades locales se mantienen alerta ante la posibilidad de represalias y continúan con las investigaciones para evitar un mayor derramamiento de sangre en el estado.

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