Ciudad de México.- Más de mil voluntarios en la Ciudad de México hicieron posible el primer Desfile Internacional del Día de los Muertos de la era postCOVID, quienes recorrieron nueve kilómetros.

En este Desfile Internacional del Día de los Muertos participaron mil voluntarios, 23 países, diez carros alegóricos, siete alebrijes y cuatro artistas internaciones que vistieron el Zócalo capitalino, Palacio Nacional y la Catedral llena de color, misticismo y tradición.

Regina Orozco y Jesús Ochoa participaron en este tradicional Desfile del Día de los Muertos, quienes encabezaron el desfile.

Por las calles de la capital del país, se vio a un mega Xoloitzcuintle, el perro desnudo, una representación enorme y a su alrededor danzantes.

El cantante del grupo OV7, Kalimba, que representó a un sacerdote, también estuvo presente en este magnífico desfile lleno de color y magia, interpretando “Amorcito corazón”.

La Gran Tenochtitlán y Quetzalcóatl se representaron en este tradicional desfile lleno de cultura y misticismo.

María León engalanó el desfile como una hermosa flor de cempasúchil. Foto: Cortesía

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Luego llegaron los colibríes, el ave mensajera del “más allá”.

El segundo contingente -de los ángeles- lo encabezó el exacadémico Yahir, vestido de mariachi, y también estuvo el personaje de Albertano con sus alas de ángel. Este grupo llevó varios oficios que hacen grande a la capital de México: la pulquería, la pollería y demás establecimientos que hacen rica la gastronomía del país.

La magia se hizo presente. Foto: Cortesía

Luego vino la magia y la tradición, las mariposas monarcas que hoy representan a los migrantes. María León con un atuendo de la flor de cempasúchil cantó en este contingente su versión de “La Llorona” y “Cielito lindo”.

“El sueño de José Guadalupe Posadas”, es el carro alegórico que siguió, el artista que plasmó a la muerte en sus obras de arte.

Luego vinieron los mariachis, que son parte de la cultura mexicana, encabezados por la cantante Laura León “La Tesorito”, en su papel de una hermosa pata de león, cantó “La vida es un carnaval”.

El carro alegórico de Laura León representa al juego mexicano «Serpientes y Escaleras».

Rituales, papel picado, juegos típicos, flores, magia, color, calaveras, catrinas, catrines, tradiciones y nuestra cultura se representó en este desfile.

Se revivieron a los grandes del cine mexicano, los juguetes y dulces típicos tradicionales y la lucha libre.

Se destacó la presencia de mil voluntarios que hicieron posible la magia. Foto: Cortesía

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