La violencia en la región fronteriza de Chiapas con Guatemala ha obligado a más de 10 mil personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, según un informe presentado por diversas organizaciones civiles. El documento, titulado ‘Asedio a la vida cotidiana, terror para el control del territorio y graves violaciones a los derechos humanos. Informe de organizaciones de la sociedad civil sobre la violencia en la región frontera de Chiapas’, alerta sobre la existencia de una crisis humanitaria en la zona causada por mecanismos de control e impuestos por la delincuencia organizada.

Las estrategias de los grupos criminales para controlar el territorio en Chiapas

El informe, elaborado por el Colectivo de Monitoreo -Frontera Sur, la Mesa de Coordinación Transfronteriza Migraciones y Género Guatemala- México (MTMG) y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos ‘Todos los Derechos para Todos, Todas y Todes’ (Red TDT), describe las estrategias utilizadas por los grupos criminales para disputar el control del territorio. Las personas desplazadas se enfrentan a la pérdida de sus actividades económicas, su vida cotidiana y las instituciones sociales que solían ser parte de su día a día. Además, sufren acciones de terror que someten a la población en una zona marcada por el silencio y la omisión por parte de las autoridades gubernamentales.

Esta violencia también se ha manifestado en una crisis de desplazamiento forzado interno, que ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares desde junio de 2021. Las organizaciones civiles han denunciado la percepción de colusión entre las instituciones y los grupos delincuenciales, lo que genera un clima de desconfianza e inseguridad. Además, se ha informado sobre reclutamiento forzado, extorsiones, explotación sexual de mujeres y la vulnerabilidad en la que se encuentran los niños y niñas de la región.

El contexto de pobreza y la violencia que afecta a las comunidades indígenas y zapatistas

La situación alarmante que se vive en Chiapas se da en un contexto de escasas oportunidades económicas y pobreza. La violencia, que incluye ejecuciones, desapariciones, tortura, amenazas y desplazamiento forzado interno, mantiene en alerta constante a la población fronteriza del estado. Se estima que alrededor de 20 mil personas han sido desplazadas en aproximadamente 30 municipios indígenas de Chiapas debido a la violencia generada por grupos armados que buscan controlar estos territorios. Las comunidades indígenas y aquellas afines al Ejército Zapatista de Liberación Nacional han sido las más afectadas por los conflictos armados y la presencia de grupos del crimen organizado en Chiapas. Activistas, organizaciones y comunidades han comparado la situación con una “guerra civil” debido a los alarmantes índices de homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados.

La situación en Chiapas requiere atención urgente por parte de las autoridades y la comunidad internacional para proteger los derechos humanos de la población afectada y buscar soluciones que pongan fin a la violencia y la crisis humanitaria en la región.

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