La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), encabezada por Rosario Piedra Ibarra, ha iniciado una queja de oficio por las recientes muertes del magistrado Ociel Baena y su pareja. La CNDH estará vigilando de cerca las acciones de las autoridades y emitirá una resolución en su momento.

Además, aprovechó esta oportunidad para exhortar tanto a las autoridades como a la sociedad en su conjunto a detener toda forma de expresiones que fomenten la discriminación, el prejuicio y el odio hacia las personas de la comunidad LGBTIQ+. La CNDH sostiene que estas expresiones pueden llevar a la violencia e incluso a atentados contra la vida de las personas afectadas.

La Comisión considera inadmisible que estas muertes hayan ocurrido en un contexto en el que el magistrado Baena Saucedo había sido objeto de señalamientos y ataques homofóbicos y discriminatorios en redes sociales. De hecho, hace tan sólo unos días recibió una serie de comentarios intimidatorios y amenazantes después de la publicación de una fotografía suya. Es evidente que en nuestro país aún persisten prejuicios y estigmas asociados a las personas de la comunidad LGBTIQ+, especialmente cuando ocupan cargos públicos o de elección popular. Además, Baena Saucedo era reconocido como activista y defensor de la diversidad sexual.

La CNDH resalta que este caso no es un hecho aislado en la entidad, ya que el magistrado recibía amenazas constantes debido a su identidad de género. Desde julio pasado, Baena Saucedo contaba con escolta de seguridad, tras el asesinato de otra persona activista de la comunidad LGBTIQ+, Ulyses Nava, durante un congreso en favor de la diversidad sexual.

La Comisión dice que la investigación de estos hechos debe tener como base el estándar de debida diligencia, especialmente cuando existen dudas sobre si se trata de delitos motivados por la orientación sexual, la identidad de género, la expresión de género real o percibida, y/o características sexuales. Estos delitos pueden ser una manifestación de odio.

La institución finalizó su mensaje afirmando que rechaza todo tipo de discurso de odio y discriminación hacia la comunidad LGBTIQ+ y hace un llamado a todas las instancias públicas y privadas, así como a la sociedad y los gobiernos en general, a frenar y erradicar la violencia generalizada ejercida contra sus integrantes, independientemente del ámbito en el que se encuentren. Es necesario reconocer que aunque los climas no matan, sí crean condiciones favorables para conductas indeseables y encubren violaciones a los derechos humanos.