En un contexto en el que la igualdad de género y el empoderamiento femenino están en el centro de la agenda pública, el Congreso de México se encuentra analizando una propuesta de licencia menstrual que permitiría a las trabajadoras ausentarse del trabajo con goce de sueldo, ante la insistencia de organizaciones civiles feministas.
Actualmente, solo tres estados mexicanos –Colima, Hidalgo y Nuevo León– cuentan con una licencia menstrual que brinda a las mujeres la posibilidad de faltar al trabajo por incapacidad relacionada con su ciclo menstrual. Sin embargo, la diputada federal Krishna Romero ha propuesto reformas legislativas y constitucionales para extender esta medida a nivel nacional.
La propuesta de Romero sugiere que las trabajadoras menstruantes diagnosticadas con dismenorrea incapacitante puedan disfrutar de hasta tres días de descanso con sueldo al mes, siempre y cuando cuenten con un diagnóstico médico actualizado cada seis meses.
Dismenorrea
Según datos de la Secretaría de Salud de México, aproximadamente el 50 % de las mujeres ha experimentado dismenorrea en algún momento de sus vidas, lo que dificulta sus actividades diarias. De acuerdo con la Primera Encuesta Nacional de Gestión Menstrual, realizada por #MenstruaciónDignaMéxico y Unicef, el 21 % de las trabajadoras mexicanas con este padecimiento han tenido que faltar al trabajo debido a sus síntomas.
Expertas en ginecología y salud femenina han destacado la importancia de educar y normalizar el tema de la menstruación en México, donde aún persisten tabúes alrededor de este tema. La ginecóloga obstetra Danielle Jáuregui Casillas subraya la necesidad de que las mujeres puedan hablar abiertamente sobre sus síntomas y recibir el apoyo necesario para prevenir complicaciones a largo plazo.
Paola Acuña, representante de la copa menstrual ProFemme, coincide en la importancia de normalizar la gestión de la menstruación a nivel laboral y social. Para Acuña, la discusión de la licencia menstrual en el Congreso representa un avance significativo en la lucha feminista y en la garantía de derechos fundamentales para las mujeres.
Es importante destacar que la licencia menstrual no es una medida aislada, ya que países como Japón, Corea del Sur, Indonesia y Taiwán ya han implementado políticas similares, reconociendo la importancia de la salud menstrual en el bienestar laboral y social de las mujeres.
En este sentido, el debate en el Congreso mexicano sobre la licencia menstrual se presenta como una oportunidad para eliminar estigmas asociados a la menstruación y garantizar un ambiente laboral más inclusivo y empático con las necesidades de las trabajadoras.
