Tras confirmarse un brote activo de COVID-19 en un crucero que llegó el jueves Puerto Vallarta, la autoridad sanitario no permitió que los pasajeros desembarcaran.
Lo anterior siguiendo el protocolo de vigilancia epidemiológica, para prevenir riesgos de salud en los ciudadanos del puerto.
Por otro lado, se indicó que tras detectar los contagios de COVID-19, se mantuvo comunicación con la empresa naviera. Se analizó la opción de que los pasajeros que lo desearan desembarcaran en el puerto pudieran hacerlo bajo ciertas restricciones.
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Entre esas restricciones se encontraba el presentar una prueba de antígenos negativa, sin embargo, se descartó la opción. Lo anterior debido a que los protocolo de salud indican que nadie puede desembarcar si se detectan contagios de COVID-19 en el crucero.
El 18 de diciembre, antes de comenzar el viaje se realizaron pruebas de detección de COVID-19 al 100 por ciento de los tripulantes. Según se indicó solo se detectó un contagio.
Posteriormente, el 19 de diciembre el crucero zarpó de San Diego, Estados Unidos y visitó Cabo San Lucas y Mazatlán. Mientras que al llegar a Puerto Vallarta se detectaron los casos de COVID-19.
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