En México, el problema de los delitos sexuales contra menores de edad ha alcanzado proporciones alarmantes, representando cuatro de cada 10 casos, según denuncian expertos. Esta situación se ha visto afectada por el entorno digital, lo que ha generado un verdadero «tsunami» social con graves consecuencias físicas, psicológicas y sociales para las víctimas.

La especialista en Protección a la Niñez e Incidencia de la organización ChildFund México, Yil Felipe Wood, destacó que el abuso sexual infantil es un problema constante, respaldado por numerosas investigaciones que evidencian el daño que ocasiona.

Además, advirtió que el acceso de los niños a las pantallas e internet los expone aún más al riesgo y aumenta su vulnerabilidad. Durante la pandemia por COVID-19, las denuncias de materiales de abuso sexual encontrados en línea en México aumentaron un alarmante 117 por ciento.

Los menores utilizan principalmente la red para entretenerse y hacer tareas escolares, según revela una encuesta. Mientras que los padres consideran que los principales riesgos están relacionados con el descuido, la negligencia y la falta de regulación de internet.

Grave problema 

Edgar Serralde, gerente nacional de Desarrollo de Programas de Aldeas Infantiles México, alerta que una de cada tres niñas y uno de cada cinco niños en el país son víctimas de algún tipo de violencia sexual antes de cumplir los 18 años. Además, la violencia sexual se encuentra entre los cuatro problemas más comunes para personas de 10 a 13 años, y es el segundo problema más grave para adolescentes de 14 a 17 años.

Lo preocupante es que en el 60 por ciento de los casos, el agresor es un familiar o alguien cercano a la víctima. Además, un solo agresor puede tener hasta 50 o 60 víctimas a lo largo de su vida, reveló Serralde.

Los efectos del abuso se manifiestan a través de daños físicos, conductuales y sociales. Entre ellos se destacan problemas de sueño, cambios en la alimentación, pérdida del control de esfínteres, hiperactividad, bajo rendimiento académico, hostilidad, agresividad, culpa, vergüenza, ansiedad, estrés, depresión y estrés postraumático.

Rosario Alfaro, directora ejecutiva de la organización Guardianes, resalta que, a pesar del incremento en las denuncias, a nivel mundial existe un alto número de casos no reportados, con muchas víctimas que deciden no denunciar o hacerlo décadas después del hecho.

En México, la situación refleja esta realidad, ya que uno de cada dos casos de violencia sexual atendidos afecta a menores de edad. Sin embargo, sorprendentemente, el 95 por ciento de estos delitos no se denuncian ni se investigan.

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