Los derechos de los pueblos indígenas en América Latina están en «retroceso», especialmente aquellos vinculados al territorio, así lo informó Dali Angel Pérez, lideresa indígena de México y coordinadora del Programa Emblemático de Mujer y Juventud del Fondo para el Desarrollo de Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC).

Dali expresó su preocupación por el avance de los fundamentalismos en la región, que ocasiona que los derechos conquistados por los pueblos indígenas retrocedan rápidamente. Ante esta situación, la lideresa indígena hizo un llamado urgente para atender este tema.

Los pueblos indígenas están siendo desplazados

Uno de los problemas que Dali destaca es la invasión de territorios indígenas por parte de industrias extractivistas, lo que resulta en el desplazamiento de comunidades indígenas. Además, mencionó el impacto del cambio climático y las políticas extractivistas en algunos países de la región como factores que también obligan a los pueblos indígenas a migrar y dejar sus hogares desprotegidos.

La líder indígena subrayó el aumento de la persecución de defensores y defensoras indígenas, lo cual considera inaceptable. Destacó la importancia de respetar los derechos individuales y colectivos de los defensores indígenas. Cuando los pueblos indígenas migran, los territorios que dejan atrás y su biodiversidad se ven en riesgo, ya que pueden ser depredados al no estar habitados, advirtió.

En este contexto, la representante destacó la importancia de implementar instrumentos como el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, el cual cumplió diez años de vigencia este año. Dali, junto con mujeres y jóvenes indígenas, analizó este consenso y generó recomendaciones que serán presentadas en la reunión que se realizará en Chile.

Para cerrar la brecha existente entre los tratados y su implementación en los territorios, la lideresa indígena recomendó que la interculturalidad y los derechos de los pueblos indígenas sean transversales en todos los capítulos del Consenso de Montevideo. Asimismo, considera importante la creación de mecanismos paritarios en los que participen gobiernos, pueblos indígenas y sociedad civil para dar seguimiento a la implementación de este Consenso y medir su impacto en la región.