Luego de un cerco virtual, elementos de la policía capitalina detuvieron a Marco Antonio Ramírez Bastida de 23 años responsable de haber asesinado a una mujer la mañana de este martes en calles de la alcaldía Iztapalapa.

En coordinación con personal Centro de Comando y Control (C2) Oriente, se realizó un análisis de las cámaras de videovigilancia de la zona, con lo que se obtuvo la ruta de escape y rasgos físicos del posible agresor, el cual utilizó un vehículo de color gris para emprender la huida, por lo que se le dio seguimiento de manera continua.

Tras el cerco virtual que implementó el personal del C2 Oriente, se informó en tiempo real a los oficiales en campo, los cuales dieron seguimiento a la ruta.

Fue en el cruce de las calles 11 y 19, de la colonia Olivar del Conde Primera Sección, en la alcaldía Álvaro Obregón, en donde fue interceptado.

Como resultado, le hallaron 40 bolsitas de plástico transparente con marihuana, 80 bolsitas de plástico con crystal y un teléfono celular.

La mujer fue identificada como Norma Patricia Ayala Cano, quien perdió la vida debido a una herida de bala en la cabeza.

Las estrategias de prevención

En materia de prevención, se puso en marcha la Línea *765 para la atención de emergencias, en la que del 1 de septiembre de 2022 al 31 de enero de 2024 se ha dado respuesta a 145 mil 488 llamadas.

También se han fortalecido las 27 Lunas, espacios en los que las mujeres que han experimentado cualquier tipo de violencia pueden recibir asesorías, acompañamiento psicológico y también jurídico. De acuerdo con la Alerta de Violencia de Género de Febrero de 2024, se han rehabilitado 17 de estas, y entre 2020 y 2023 se incrementó en 24% el número de mujeres que reciben servicios de atención integral, además 2 mil 479 mujeres han salido del riesgo feminicida.

Sumado a esto, mil 115 mujeres en riesgo feminicida y riesgo crítico reciben un apoyo mensual de $7 mil 468 durante seis meses con el programa “Bienestar para las mujeres en situación de violencia”.

«La violencia nunca es normal y nunca está bien, nos han educado a que tenemos que callar, tenemos que permitir y tenemos que servir, esa ecuación no es una buena ecuación para la vida de las mujeres, nos pone en peligro», indicó Ingrid Gómez.