En una jornada tensa y llena de polémica, la Cámara de Diputados aprobó el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum.

Con un resultado final de 343 votos a favor y 122 en contra, el proyecto de gobierno enfrentó una feroz oposición que cuestionó su contenido, mientras que el bloque oficialista defendió con vehemencia su legitimidad y utilidad para el país.

La sesión, que se prolongó por más de cinco horas, estuvo marcada por una serie de descalificaciones entre los diputados. La oposición no tardó en señalar lo que consideran una falta de sustancia técnica y objetivos verificables en el documento, mientras que los legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) defendieron el Plan como una continuación de los avances obtenidos en la primera etapa de la llamada Cuarta Transformación.

El presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, quien también pertenece a Morena, fue el encargado de dar por concluido el debate, asegurando que el Plan Nacional de Desarrollo cumple con los fines estipulados en la Constitución Política de México, y que su implementación responde a las necesidades del pueblo mexicano.

El diputado Carol Antonio Altamirano, uno de los más activos en defender el Plan, destacó que este documento retoma lo mejor de las políticas públicas implementadas en la administración de la actual presidenta. En su intervención, Altamirano señaló que el plan tiene como objetivo fortalecer los programas sociales y continuar con las acciones a favor de los sectores más vulnerables de la población.

Con esta aprobación, el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 pasa al siguiente nivel de su implementación, aunque las divisiones entre los actores políticos son evidentes.