El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado un aumento en su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, pasando del 2.6% previsto en julio al 3.2% actual.

Este cambio se basa en varios factores clave que están impulsando la economía del país, según Petya Koaeva, subdirectora de investigación económica en el FMI.

Uno de los pilares de esta mejora es la resistencia del mercado doméstico, que se ha visto impulsada por las remesas que llegan desde el extranjero.

Además, la inflación está mostrando signos de desaceleración, lo que contribuye a un entorno económico más favorable.

También se destaca el impacto positivo de las inversiones tanto públicas como privadas, que están generando un efecto positivo en la economía.

México se ha convertido en un punto destacado en el panorama económico mundial debido a la tendencia de «nearshoring», que refleja la fragmentación geoeconómica actual.

Este fenómeno, que implica la relocalización de empresas para acercarse a los mercados finales, beneficia a México y lo posiciona como uno de los principales beneficiarios.

Además, se espera que esta tendencia positiva se mantenga en el próximo año, con una proyección de crecimiento del 2.1%.

El FMI eleva pronóstico de crecimiento para México

Aunque este número refleja una desaceleración en comparación con las cifras actuales, aún indica una economía en crecimiento.

La política fiscal expansiva prevista para 2024 por parte de las autoridades también jugará un papel importante en el impulso económico del país.

Koaeva menciona que es temprano para afirmar si las inversiones productivas observadas son resultado directo del nearshoring, pero destaca que México está bien posicionado para beneficiarse en un contexto donde se espera que Estados Unidos tenga un aterrizaje suave en su economía.

La subdirectora de investigación económica también resaltó que la revisión del año base para el cálculo del Producto Interno Bruto (PIB) ha contribuido a una recuperación más sólida en la economía mexicana, ya que ciertos componentes del PIB tienen un peso mayor en la actividad económica en 2018 en comparación con 2013.

En cuanto a la política monetaria, Koaeva considera que la postura restrictiva adoptada por el Banco de México para enfrentar la inflación es adecuada.

Se espera que mantengan esta postura hasta que logren acercar la inflación a su objetivo, incluso sin necesidad de aumentar la tasa de interés nominal.

Según las previsiones del FMI, se espera que la inflación en México se sitúe en torno al 5.5% este año y se modere a un 3.8% el próximo año, lo que refleja la confianza en la política monetaria actual del país.

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