Con 105 votos, el Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma histórica que permitirá al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) adquirir terrenos y construir vivienda social en beneficio de las clases más necesitadas.
Bajo el título «El Infonavit se renueva: una oportunidad para las clases trabajadoras«, esta decisión legislativa ha logrado la confluencia entre la oposición y el oficialismo en un tema de vital importancia para la sociedad mexicana.
Desde Morena y sus aliados, se ha destacado la importancia de esta reforma en el contexto de lo que se considera la Cuarta Transformación.
En este sentido, se critica la manera en que la construcción de vivienda ha sido utilizada como un negocio exclusivo que ha excluido a las clases más vulnerables.
Por su parte, la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha recordado que la idea detrás de esta reforma no es nueva.
Durante la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines, se impulsó un programa agresivo de vivienda que culminó en la creación del Infonavit.
El centro de la reforma radica en la modificación del artículo 123 de la Constitución, que ahora establece que todas las empresas deben garantizar que sus trabajadores cuenten con viviendas cómodas e higiénicas.
Para cumplir con esta obligación, las empresas harán aportaciones a un Fondo Nacional de la Vivienda, el cual se utilizará para constituir depósitos en favor de los trabajadores.
Entre los beneficios que esta reforma traerá consigo, se destaca la posibilidad de que los trabajadores obtengan créditos accesibles para la adquisición o mejora de viviendas.
Asimismo, el Infonavit podrá invertir en la adquisición de suelo y la construcción de viviendas, ofreciendo a los trabajadores la posibilidad de adquirirlas o arrendarlas de acuerdo a la ley.
Uno de los aspectos más relevantes de esta reforma es la posibilidad de acceso a viviendas en arrendamiento social para los trabajadores que hayan cotizado durante al menos un año.
En este caso, la mensualidad no podrá superar el treinta por ciento del salario del trabajador.
Todo este marco legislativo se completa con el envío del decreto a los congresos estatales para su correspondiente aprobación.
Sin duda, esta reforma representa un paso importante en la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa en materia de vivienda.